Mintegi plantea consensos amplios para avanzar hacia el Estado libre
Los movimientos de Catalunya han situado el derecho a decidir como tema preelectoral central, junto a la crisis, también en Euskal Herria. Laura Mintegi, candidata de EH Bildu, reivindicó ayer la vía de los «consensos amplios» y las «grandes dosis de pedagogía» para ir avanzando hacia el objetivo de «un Estado libre en Europa». Uno de los socios de la coalición, la izquierda abertzale, emplazó a PNV, PSE-PSN y Geroa Bai a un acuerdo sobre el derecho a decidir.
GARA | DONOSTIA
Crisis y derecho a decidir/independencia se perfilan como los dos grandes temas de la campaña electoral que arrancará el próximo viernes. A las dos cuestiones se refirió ayer Laura Mintegi, candidata a lehendakari por EH Bildu, en su intervención en el Fórum Europa-Tribuna Euskadi, donde reiteró la propuesta de «un pacto nacional» que supere siglas para afrontar ambas situaciones y «hablar de todo: de independencia, de salida de la crisis y de construcción de la paz».
En el acto realizado en Bilbo, Mintegi reivindicó como objetivo final de EH Bildu la consecución de un Estado libre en Europa, y consideró que a ello se llega «a base de consensos amplios y grandes dosis de pedagogía, primero dentro y luego fuera». «No se puede hacer una política de construcción nacional excluyendo a nadie», añadió.
La aspirante a Ajuria Enea ve claro que todo ello debe hablarse en el Parlamento de Gasteiz después del 21 de octubre, en la medida en que se trata «de un debate que está en la calle y el Parlamento debe ser reflejo del debate que está en la calle». No obstante, evitó más concreciones al respecto por ahora dado que sería «una osadía» adelantar cómo, cuándo y con quién lo planteará EH Bildu.
A este respecto, sí consideró «absolutamente insuficiente» el planteamiento de su rival del PNV, Iñigo Urkullu, que habla de buscar un nuevo estatus en los próximos cuatro años pero sin concretarlo, y que en los últimos días ha dejado claro que no contempla un «divorcio» del Estado español. Para Laura Mintegi, este esquema «profundiza en situaciones actuales que ya sabemos lo que dan de sí» y «no soluciona» ni la normalización política ni la crisis. De paso, preguntó directamente a Urkullu si cuando pide «más Estado» se refiere a «más Estado español».
Por lo que respecta a lo que está ocurriendo en Catalunya, Laura Mintegi consideró que el debate sobre la independencia alentado por la marcha de la Diada «es interesante» y que «va por el buen camino».
Oferta de la izquierda abertzale
Uno de los socios de la coalición EH Bildu, la izquierda abertzale, compareció poco después en Donostia para concretar una propuesta en la misma línea de pacto trasladada por Mintegi en Bilbo. Pernando Barrena y Maribi Ugarteburu realizaron un emplazamiento concreto a PNV, PSE-PSN y Geroa Bai para alcanzar un acuerdo de mínimos respecto al derecho a decidir.
Su análisis parte de la constatación de que «el Estado español se encuentra intervenido de facto, en plena debacle económica» y que tanto su viabilidad económica como política están en cuestión. Ello le lleva a anticipar que «se va a dar una reformulación del modelo autonómico español por una simple pero importante razón, que es que las costuras de la transición han reventado y ya no es sostenible en el tiempo».
No obstante, la izquierda abertzale tiene claro también que el Estado va a intentar neutralizar un cambio en positivo y, en concreto, «nos quiere condenar a seguir siendo un pueblo sin reconocimiento nacional y sin capacidad de decisión, además de continuar hundiéndonos en el barro más absoluto en cuanto a nuestra viabilidad económica como país. Subordinación y miseria, esa es la receta que hoy viene de España una vez más», afirmaron Ugarteburu y Barrena.
Los dos portavoces independentistas consideraron muy «elocuente» lo que está ocurriendo en Catalunya. Y añadieron que Euskal Herria está preparada también para hacer frente a este reto histórico.
A partir de ahí, entraron a analizar la posición de los diversos partidos. La izquierda abertzale constata que no cabe esperar nada de PP y PSOE, «que siguen en la posición de negar de raíz lo que no es una opción sino un derecho fundamental que asiste a Catalunya y Euskal Herria, el de la libre determinación». En cuanto al PNV, estimaron que las declaraciones de Urkullu en contra de un «divorcio de España» evidencian «cuál es su posición real: que en lo económico está en disposición de dar cobertura a la política de recortes sociales de Rajoy, y en lo político su opción es España».
En consecuencia con todo ello, la izquierda abertzale vaticinó que «será fundamental en el futuro mantener una posición de firmeza en defensa del respeto al derecho a decidir, firmeza que deberá compaginarse con una actitud de mano extendida hacia todos aquellos que decidan apostar por el reconocimiento del pueblo vasco y el derecho a decidir». Y «en esta situación de emergencia política, económica y social», explicita un llamamiento concreto a PNV, PSE, PSN y Geroa Bai «para alcanzar un acuerdo de mínimos respecto a los mínimos democráticos, y más concretamente respecto al derecho a decidir, e iniciar para ello las conversaciones pertinentes».
Urkullu, foto con Mas
Mientras tanto, sin aviso previo ni declaraciones posteriores, Iñigo Urkullu acudió a Barcelona para posar junto a Artur Mas. La cita no ofreció más resultado que la fotografía, en un momento en que las dos formaciones, a pesar de ser aliadas históricas, tienen posiciones políticas diferentes respecto a la independencia. CiU se declara dispuesta a liderar la demanda mientras el PNV aparece incómodo en este debate y Urkullu relega la independencia a las ponencias del partido.
A la multitudinaria manifestación de la Diada el PNV mandó una representación de bajo nivel, encabezada por Iñaki Anasagasti. Hace dos años, en cambio, Urkullu sí acudió a la celebración nacional catalana.
Para la izquierda abertzale, «las costuras de la transición han reventado» y se va a abrir con seguridad un debate en el que hay que reivindicar el derecho a decidir con la mayor fuerza posible.
Antonio Basagoiti, candidato del PP, intentó mostrar su cara más amable ayer en el segundo programa de ``Euskadi pregunta'', acuciado por las previsiones que lo sitúan como cuarto y último en la liza del 21-O. Así, negó que se haya sentido traicionado por Patxi López (PSE), concedió al PNV que «también ha hecho cosas buenas» y solo criticó a EH Bildu, aunque en tono más moderado que el habitual. Le reprochó que «tiene un déficit democrático todavía y hay que ser exigente; lo creo así aunque algunos de ustedes en sus casas me puedan poner como quieran».
Basagoiti sí se mostró más alterado cuando se le planteó si recurriría al artículo octavo de la Constitución y «sacaría los tanques» en caso de que la mayoría de la ciudadanía vasca apoye la independencia. El líder del PP echó balones fuera primero afirmando que «los únicos tanques, bombas, pistolas y explosivos que he visto aquí no son del Ejército», pero terminó admitiendo que «sí soy partidario de hacer cumplir la ley». Y añadió que en este caso no valdría tener la mayoría, sino que «eso debe ocurrir además dentro de parámetros democráticos».
Sobre los presos, evitó exabruptos pero admitió que no le importa su situación, para matizar a continuación que asume que es impopular decirlo. Más sarcástico fue con los líderes internacionales de Aiete: «Supongo que vinieron cobrando poco...».
Se presumía que los recortes del Gobierno del PP darían mucho que hablar, pero apenas hubo preguntas al respecto. Ante la más directa, Antonio Basagoiti auguró que «cualquiera que gane las elecciones va a tener que recortar; también lo hace Hollande, que es socialista. En el País Vasco hay margen para recortar sin tocar la sanidad y la educación, no como en el resto del España. El PNV ha creado una especie de Estado independiente en sus años de gestión y ahí hay mucho que recortar, y Patxi López no se ha atrevido del todo».
El aspirante del PP pasó apuros ante un inmigrante colombiano que le preguntó si consideraría ético que su familia no fuera atendida médicamente en Colombia por no tener papeles. «Yo he dicho que la sanidad, primero para los de casa», admitió Basagoiti, que luego defendió que los inmigrantes sean tratados, pero pagando. «No llegamos a todo -concluyó-; la sanidad universal no significa que podamos pagar la sanidad al universo entero». R. S.
La crisis económica y el estatus político marcaron ayer el primer debate electoral. A falta de 23 días para las elecciones autonómicas, los candidatos por Araba se dieron cita en el campus de Gasteiz para explicar la posición de sus formaciones en temas complejos, desde el empleo al fracking. Este último punto suscitó el rechazo de todos los presentes a excepción del PSE, que trató de justificar la extracción del gas pizarra echando mano de la escasa autonomía energética de los tres herrialdes.
En total, el debate, organizado por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Araba (VVA), contó con la presencia de ocho candidatos: Belen Arrondo (EH Bildu), Xabier Agirre (PNV), Aitor Urresti (Equo), Isabel Salud (Ezker Anitza), José Navas (EB), Txarli Prieto (PSE), Javier Maroto (PP) y Gorka Maneiro (UPyD). El candidato de «Por un mundo más justo» se personó en el Aula Magna de la Facultad de Letras para denunciar que no estuvieran otras opciones minoritarias.
El primero en explicar su oferta ante los presentes fue el exdiputado general de Araba. Agirre presentó al PNV como un partido comprometido con el herrialde, y afirmó que su formación ha elaborado un programa con 607 iniciativas y 171 compromisos de cara a la próxima legislatura. Asimismo, destacó que para los jeltzales la prioridad pasa por poner en marcha una nueva política económica «que nos permita crecer».
Tras la intervención del presidente del Araba Buru Batzar (ABB) llegó el turno del candidato de EB. Navas no detalló ninguna medida concreta.
A este le siguió Arrondo, que planteó una nueva forma de hacer política para paliar los efectos adversos de la crisis económica, y reclamó más soberanía tanto para el Gobierno de Lakua como para Euskal Herria en su conjunto. Según destacó, la coalición defiende «un país más soberano, con más competencias para poder decir lo que queremos». Por otro lado, la candidata de EH Bildu recordó que estas serán las primeras elecciones realmente democráticas desde que el Gobierno español aprobó la Ley de Partidos, que dio paso a la ilegalización de Batasuna.
Desde Equo, Urresti apostó por una regeneración democrática y propuso la implantación de la «ecología política». Además, en el ámbito económico anunció la puesta en marcha de una fiscalidad progresiva y sostuvo que su partido tiene un plan para crear 45.000 empleos en la CAV ligados al medio ambiente.
Isabel Salud solicitó el voto para Ezker Anitza remarcando que su formación quiere que las empresas en ERE pasen a ser cooperativas en manos de los trabajadores. En la misma línea, defendió la implantación de un máximo de 35 horas laborales para repartir el empleo.
Por su parte, Maroto resucitó el fantasma de Unidad Alavesa para evitar hablar de los recortes, y se presentó como defensor de Gasteiz frente al «ninguneo» de Lakua.
Una posición bien distinta planteó Txarli Prieto, que elogió el trabajo realizado durante los últimos tres años por el lehendakari, Patxi López, y describió al PSE como barrera contra los recortes impuestos por el Gobierno de Mariano Rajoy.
Maneiro completó el abanico diciendo algo ya muy evidente a estas alturas: «España está al borde de la ruina». Ion SALGADO