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Tommy Lee Jones, ese tipo duro que llegó a hacer sonreír a Donostia

El actor, productor y director Tommy Lee Jones recogió ayer el cuarto Premio Donostia de esta sesenta edición de Zinemaldia. Cuatro décadas de trabajo y más de sesenta películas forman el amplio currículum de este tejano de rostro duro que agradeció el galardón con pocas palabras pero jugando con los idiomas. En Zabaltegi Perlas presenta, junto con Maryl Streep, la comedia «Hope Springs». Jones prometió volver a por otro premio «dentro de sesenta años».

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Ane ARRUTI | DONOSTIA

«No voy a hablar en el idioma vasco porque no quiero usar mal un idioma tan honorable y antiguo», fueron las primeras palabras en castellano -antes de pasar al inglés- de un Tommy Lee Jones (Texas, 1946) serio y breve, que prometió volver a Donostia a recoger un segundo premio; «deberíamos esperar otros sesenta años», dijo. El estadounidense recogió el premio de manos de la directora de cine y miembro del jurado Julie Taymor, quien destacó que «su cara es un mapamundi. Con un pequeño movimiento, un pequeño gesto, es capaz de destrozarte el corazón o pueden estallar fuegos artificiales».

Y aunque a la entrada de la gala -que apenas duró veinte minutos- firmara varios autógrafos a los fans congregados junto a la alfombra roja, la verdad es que en Donostia Jones mostró su faceta más conocida en la pantalla, la de «tipo duro» y de pocas palabras, con la que, desde que debutara en 1970 con «Love story», en cuatro décadas ha realizado más de sesenta películas, pasando por todo tipo de géneros y papeles.

Jones llegó a Donostia el jueves y ayer por la tarde ofreció una rueda de prensa en la que mostró la típica tosquedad con la que relacionamos a los tejanos, aunque obsequió a los asistentes con contadas sonrisas. «No sé si mi aspecto me habrá ayudado. No mostro atención al aspecto que tengo, no sé qué valor tendrá», confesó y dejó al descubierto al hombre de negocios que lleva dentro, con constantes menciones a su business.

Ejemplo de ello, sobre el papel que tuvo en la película «El fugitivo», por el que ganó el Óscar al mejor actor de reparto, admitió que «fue muy importante para mi vida empresarial. No hay duda que si ese papel no hubiera existido, hoy no estaría aquí».

También fue candidato a los Óscar con «En el valle de Elah» y «JFK: caso abierto» -de Oliver Stone, Premio Donostia especial de esta 60 edición-, y aseguró que no se decanta por ningún papel en concreto. «En la catequesis me enseñaron que el orgullo es un pecado. He participado en muchas películas y, como actor, no tengo una respuesta. Sin embargo, como empresario me quedo con la que más taquilla ha hecho».

En cuanto a «Hope Springs» (Si de verdad quieres...), la película que se proyecta en Zabaltegi Perlas y en la que Jones comparte pantalla con Maryl Streep -Premio Donostia 2008-, el tejano señaló que «cada día de rodaje ha sido pura alegría. No te levantas todas las mañanas sonriendo por lo que vas a rodar. Unas veces estás aburrido, y otras tienes miedo, pero, cuando trabajas en una película con Meryl Streep, todo son sonrisas, sonrisas y sonrisas».

«Hope springs» cuenta la historia de una pareja que lleva más de treinta años compartiendo sus vidas. El matrimonio se ha convertido en monotonía y, para recuperar la chispa y el deseo de los primeros años, la mujer se apunta a una terapia impartida por un famoso sexólogo. Le costará que su marido acuda, pero al final lo consigue. A raíz de la película, «ocho de cada diez periodistas me piden consejos matrimoniales. No soy columnista y no voy a hablar de ello, ni de política», advirtió Jones.

A pesar de haber trabajado con Maryl Streep codo con codo, Jones confesó que sabía de la existencia de Zinemaldia, «porque lo lees en los periódicos», pero «la verdad es que no sé nada del festival, solo que me gusta mucho la ciudad y la experiencia hasta el momento ha sido muy feliz».

«Dirigir me hace feliz»

El tejano que debutó como director con la exitosa «Los tres entierros de Melquiades Estrada», expresó que le encanta dirigir y que «como director, he pasado algunos de los días más felices de mi vida creativa. Pero es muy difícil conseguir trabajo como director».

Sin embargo, adelantó que volverá tras las cámaras con «The Homesman», película ambientada en Arkansas en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el gobierno de Estados Unidos publicó la primera Homestead Act, según la cual aquellas personas que consiguieran establecerse en los territorios más agrestes del país durante dos años se convertirían automáticamente en propietarios de los mismos.

CON MARYL STREEP

El actor aseguró que el rodaje de «Hope Springs» ha sido muy divertido gracias a Maryl Streep: «No te levantas todas las mañanas sonriendo por lo que vas a rodar. Unas veces estás aburrido, y otras tienes miedo, pero, cuando trabajas en una película con Meryl Streep, todo son sonrisas, sonrisas y sonrisas».

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