Sito Alonso sabía lo que decía cuando declaraba que «controlar el ritmo» iba a ser una de las claves del estreno liguero ante el Joventut de Badalona. Sin duda, ya que el cuadro badalonés acabó por hundir a Gipuzkoa Basket gracias a imponer un ritmo alto que superaba a los guipuzcoanos por una diferencia de puntos excesiva.

Lagun Aro GBC ofreció una cara digna ante el conjunto verdinegro, pero empezando por la parte final del segundo cuarto fue claramente inferior a su rival. A pesar de todo, se vieron cosas interesantes, como el buen debut de Ibekwe y los interesantes minutos de Qyntel Woods. Por contra, Korolev y Dani Díez demostraron que aún están verdes, mientras que Salgado y Neto sufrieron más de la cuenta en defensa, pese a su producción en ataque. Doblas tampoco tuvo su mejor día.

Buena parte de culpa de la derrota guipuzcoana la tuvo la pareja formada por Albert Oliver y Manny Quezada. El catalán y el dominicano sacaron los colores a la línea exterior de Gipuzkoa Basket, sin que Sito Alonso lograra encontrar respuesta a su vendaval de juego. Entre los dos sumaron 42 puntos y 14 asistencias, superando fácilmente la defensa de Lagun Aro GBC.

Resultó especialmente sangrante ver cómo Oliver, un base que nunca ha destacado por sus movimientos explosivos, superaba continuamente a un Javi Salgado que tuvo una tarde negra en el apartado defensivo. De ese desequilibrio, con la aportación de jugadores como Gaffney o Savané, el Joventut llevó la iniciativa desde el principio.

Fallos en los tiros libres

De todas maneras, la historia de este estreno en la ACB 2012/13 tal vez hubiera podido ser diferente si los pupilos de Sito Alonso hubieran aprovechado mejor sus opciones. Sobre todo en una primera mitad en la que llegaron a ponerse por delante de manera fugaz, de haber atinado con los lanzamientos libres. Hasta siete tiros libres erraron los guipuzcoanos de 14 lanzamientos -para 11 de 19 en total-.

En un Palau Olímpic algo desangelado, la afición no terminaba de verlo claro cuando vio a los suyos por detrás, pero secundarios como los canteranos Ventura y Barrera aparecieron en momentos muy puntuales para anotar una serie de canastas que mantenían a los de Salva Maldonado en cabeza, una circunstancia que ayudó para templar los nervios del debut en el cuadro local, mientras que Lagun Aro GBC se encontraba incapaz de ganar un cuarto, a pesar de pelear golpe por golpe.

Con todo, el partido estaba más que vivo en tiempo de descanso, cuando el marcador reflejaba un esperanzador 40-35.

Manny Quezada seguía con su particular show tras el descanso, superando tanto a un Papamakarios abrumado como a un Raulzinho Neto que ejerció de «falso escolta» -Mikel Motos tuvo unos pocos minutos en el segundo cuarto- en varias fases. De la mano del dominicano el Joventut lograba un parcial de 11-2. Un robo de Gaffney a Salgado acababa con mate del ala-pívot de Boston: 51-37.

Bajón físico

Woods e Ibekwe trataron de hacer que Lagun Aro GBC volviera al partido, logrando conectar un alley oop y con varias jugadas personales llenas de coraje y tino para mantenerlos con vida a falta de pocos minutos: 76-67, tras mate de Ibekwe remontando la línea de fondo.

Pero ahí se agotó la gasolina donostiarra. El Joventut siguió corriendo y Gipuzkoa Basket se vino abajo para volver de Badalona con una paliza excesiva.