PRIMERA Derbi Real-Athletic en Anoeta
Una segunda parte magistral provoca la fiesta blanquiazul
Dos goles de Griezmann y Vela llevaron al marcador la clara superioridad de la Real en la segunda parte. El Athletic jugó con diez desde el minuto 71.
REAL SOCIEDAD 2
ATHLETIC CLUB 0
Joseba ITURRIA
Anoeta vivió una fiesta en blanco y azul porque no solo celebró la victoria de su equipo sobre el más directo rival. Vibró con un segundo tiempo excepcional de la Real, que desarboló por completo a un Athletic que gustosamente hubiera dado por concluido el partido en el momento en que Carlos Vela transformó el penalti que dejó con diez a los de Bielsa en el minuto 71.
Con decir que lo mejor del partido para el Athletic fue el resultado queda todo resumido, porque la Real pudo conseguir una goleada de haber aprovechado sus oportunidades y de haber mostrado un mayor instinto en los veinte minutos que jugó en superioridad numérica. El Athletic acabó entregado y tiene motivos para estar preocupado porque las heridas abiertas en el verano solo se pueden cerrar con puntos y al Athletic le cuesta sumarlos y la imagen que dio en el segundo tiempo de ayer fue lamentable.
Todo lo contrario que la Real, que cada vez que juega en Anoeta consigue que su afición se olvide de su racha como visitante. Dentro de su irregularidad, los blanquiazules ofrecieron ayer su mejor versión de la temporada y sus seguidores vivieron una auténtica fiesta en la segunda parte al ver a su más directo rival ridiculizado por su equipo. Sonó la marcha de San Sebastián, el «Goazen Erreala» y los aficionados vivieron los últimos minutos con sus bufandas al viento para culminar una jornada perfecta de derbi. El ambiente fue muy sano entre las dos aficiones durante todo el día y una fiesta para una de ellas durante toda la noche.
Porque para la Real fue un día perfecto, que arrasó en el derbi con una alineación en la que estaban diez jugadores formados en Zubieta y De la Bella. Hasta logró despedir el partido con la portería a cero para dar a Zubikarai la confianza que le faltó en los primeros minutos.
Mucho ritmo
Fueron los únicos en los que el Athletic estuvo por encima de la Real dentro de un primer tiempo que se caracterizó por el alto ritmo con el que jugaron los dos equipos. Muy atrás han quedado los derbis en los que la pelea, la épica y la disputa se anteponía al gusto por jugar el balón. Tanto Bielsa como Montanier han apostado por un juego elaborado y además ejecutado con rapidez y verticalidad.
El Athletic comenzó mejor el encuentro, con dos saques de esquina en cinco minutos y dos entradas desde la segunda línea de Óscar de Marcos ante una Real en la que Eñaut Zubikarai transmitía dudas. Pero poco a poco la Real fue a más y superó al Athletic, sobre todo en los últimos diez minutos, con dos buenos disparos con sus piernas menos buenas de Griezmann e Illarramendi que fueron despejados por Iraizoz. Susaeta, también con su pierna mala, tuvo la mejor opción del Athletic con un remate que salió fuera.
El final del primer tiempo fue la antesala del segundo, en el que solo jugó a fútbol un equipo. La Real comenzó con un buen centro de Xabi Prieto que no remató por poco Agirretxe y con una jugada individual de Illarramendi cuyo disparo salió fuera por poco y a partir de ahí se asistió a un monólogo. Los blanquiazules superaban a los rojiblancos sin que los cambios introducidos por Bielsa para cambiar la dinámica del partido impidieran que Griezmann llevara al marcador lo que se veía en el campo al rematar con la derecha un pase de Agirretxe.
Partidazo de los medios centros
Fue el tanto que premió el buen partido del genio de Mâcon, que sin embargo se vio eclipsado por el partidazo de los tres medios centros, especialmente de Illarramendi y Zurutuza. El mutrikuarra firmó su mejor partido de la temporada con diferencia y demostró a los que discuten la posición en la que lo ha colocado Montanier que puede rendir bien ahí perfectamente. Estuvo acertado en el corte, preciso en la distribución y presente en el remate, Markel se anticipó casi siempre a sus rivales y los primeros veinte minutos de la segunda parte de Zurutuza fueron espectaculares.
Todo lo contrario que el Athletic, que además acusó el cambio de Iturraspe tras verle Bielsa al borde de la expulsión. Su sustituto San José, De Marcos y Muniain estuvieron desaparecidos y la Real acaparó la posesión de balón y las jugadas de ataque.
Fruto de esa superioridad llegó el segundo gol en un disparo de Griezmann que encontró una buena respuesta de Iraizoz, cuyo rechace remató Xabi Prieto para encontrase en su camino la mano de Amorebieta, que vio dos tarjetas en seis minutos.
Vela transformó el penalti y en ese momento casi acabó el partido porque el Athletic no dio nunca sensación de poder acercarse en el marcador -un tiro muy desviado en el último segundo del partido de Susaeta, de lo poco que se salvó ayer en el Athletic, fue todo el balance ofensivo de su segunda mitad- y la Real, aunque tuvo opciones para ampliar la ventaja, no es un equipo que sepa hacer leña del árbol caído. Eso fue lo peor del partido de ayer de los realistas. No es lo mismo ganar 2-0 que 4-0 porque nunca se sabe si esos goles que se dejaron de marcar ayer pueden resultar decisivos en un average.
Por lo visto ayer, y aunque en el fútbol en dos semanas todo puede cambiar, será complicado que el Athletic esté a la altura de la Real porque da la sensación de que el método de Bielsa está agotado para sus jugadores. La baja de Javi Martínez es demasiado importante porque Gurpegi no puede aportar ni de lejos lo mismo. Además no podrá jugar Amorebieta el próximo partido, los jugadores importantes de la pasada temporada son sombras de sí mismos y solo Susaeta está a buen nivel.
Todo lo contrario de lo que sucede en la Real, con un equipo joven en alza. Todos los jugadores van a más y solo les falta conseguir fuera de casa la fiabilidad que muestran ante su público. No es posible ganar todos los partidos de casa y si el equipo es capaz de trasladar la fortaleza como local a sus salidas podrá colocarse en la zona media alta de la tabla en la que se sitúa ya con sus nueve puntos.