Algo cambia en una Araba movilizada
La manifestación que el pasado sábado recorrió y abarrotó el centro de Gasteiz para rechazar el uso del fracking sorprendió tanto a la plataforma convocante como al resto de asistentes por su magnitud. No cabe duda de que el proyecto de uso del fracking ha provocado un rechazo masivo en el seno de la población alavesa. A ese respecto, el PSE aparece muy alejado de los intereses y aspiraciones de los ciudadanos, al igual que el PP, si bien este, libre de responsabilidades de Gobierno en Lakua, se mantiene en una ambigüedad con posturas contradictorias en unas y otras instituciones. Tampoco el PNV ha mostrado una posición clara frente al fracking, por un lado apoyado exploraciones y por otro abogando por una moratoria, y cabe recordar que el uso del fracking fue diseñado en la anterior legislatura, cuando el partido jeltzale aun gobernaba en Gasteiz. EH Bildu, Ezker Anitza y Equo, por su parte apoyaron la manifestación, en coherencia con su postura contraria al fracking.
Sorprendió la respuesta de los alaveses y alavesas en una manifestación que podría ser reflejo de la evolución sociopolítica de esa sociedad. No parece una mera coincidencia ese nivel de movilización con lo que diversas encuestan apuntan -en cualquier caso, tendencia comprobada en las últimas citas electorales-, es decir, el auge de las fuerzas abertzales y de izquierdas, en un territorio en el que tradicionalmente el eje unionista y el de derechas, o ambos a la vez, han dominado en las urnas. Pero también se han arrogado el derecho de hacer y deshacer sin prestar atención a las verdaderas demandas de la ciudadanía, algo que en la presente crisis esa sociedad ha percibido claramente, en temas sociales y laborales, políticos, medioambientales o culturales.
Es exigible, simplemente por honradez, que todas las fuerzas políticas hablen claro y se posicionen en lo referente, sobre todo, a los principales temas que afectan a la ciudadanía. La sociedad alavesa, no obstante, está demostrando que, a pesar de la ambigüedad de algunos, percibe la actitud de esas fuerzas y sabe distinguir cuáles son las ajenas a sus preocupaciones reales y cuáles las que sienten esas preocupaciones como propias.