La empresa Inquitex de Andoain, dedicada a la fabricación de fibra de poliéster y de lámina PET, ha entregado a los 68 trabajadores que ha despedido una nómina con un finiquito total que incluye las vacaciones, la parte proporcional de las pagas y los días compensatorios.

Según los representantes de los trabajadores, los finiquitos, que oscilan entre los 2.000 y los 5.000 euros, la empresa «se lo quiere meter entero al FOGASSA, a pesar de que en la nómina pone `Ingresado en cuenta'».

Los trabajadores denunciaron también que Inquitex ha retrasado las gestiones para el abono del paro hasta el último día, con lo que se han quedado sin cobrar el mes de setiembre. En este sentido, afirmaron que las pérdidas económicas «siguen creciendo, para algunos son ya de hasta 30.000 euros».

Por otra parte, los representantes de los trabajadores tenían concertada ayer por la mañana una reunión con los administradores concursales, encuentro que no se produjo al aducir éstos motivos personales que les impedían acudir a la fábrica. La cita ha quedado retrasada ahora a este próximo lunes, 15 de octubre.

Lo que sí se celebró es una concentración de protesta por parte de los trabajadores en la propia factoría. Tras la misma, celebraron una asamblea en la que confirmaron que acudirán a la reunión con los administradores, indignados «porque, a pesar de la gravedad de la situación, la llevan retrasando desde el 27 de setiembre».