Los bancos españoles siguen en medio del temporal de las dudas sobre su futuro, a pesar de la auditoría de Oliver Wyman y el apoyo de Bruselas a la recapitalización de las entidades más débiles. En este contexto, casi todo el sector, encabezado por Bankinter (-5,82%), fue pasto de las ventas. Por su parte, Popular (-4,47%) sufría un nuevo descuento en su cotización, atizado por el miedo a las consecuencias de su ampliación de 2.500 millones de euros y las rebajas en los precios objetivos de las casas de análisis. También cerraron en rojo Sabadell (-2,61%), Santander (-1,76%) y BBVA (-1,64%). Las dos excepciones a estos comportamientos negativos fueron Bankia (+3,98%), el mejor del Ibex, y Caixabank (+1,25%). Sin embargo, los expertos no echaban toda la culpa del descenso del Ibex al sector financiero. Las malas previsiones del PIB realizadas por el FMI mantenían su presión sobre los mercados, a pesar de los esfuerzos del ministro de Economía, Luis De Guindos, para apagar el fuego del descrédito sobre las proyecciones del Gobierno Rajoy. Así las cosas, el Ibex, en su tercera caída consecutiva, bajaba un 1%, hasta los 7.668 puntos. Las cesiones de París (-0,50%), Fráncfort (-0,40%) y Londres (-0,18%) no fueron tan contundentes. En el Ibex, además de las acciones bancarias, sufrieron serios correctivos los títulos de Abengoa (-5,75%), Técnicas Reunidas (-4,41%), Gamesa (-4,11%) y Sacyr (-4,09%). En París, se brindaba por el fracaso de la fusión de EADS (+5,29%) y BAE Systems. La noticia también ayudó a Safran (+3,23%), mientras que Publicis (-2,56%) y Vallourec (-2,35%) encabezaron las pérdidas.