La dirección de Formica que, entre otras razones, alega causas económicas para el cierre de la planta de Galdakao y el despido de 169 trabajadores, «puso un pastón encima de la mesa» en la última reunión, pero el comité rechazó la oferta.

El lunes 15 de octubre la dirección presentará la documentación ante la autoridad laboral para llevar adelante los despidos. «Vamos a por todas. Queremos que el trabajo se quede en Euskal Herria, porque, igual que pensamos al inicio del verano, lo que tratan es de avanzar en la desindustrialización de este pueblo. No lo aceptamos. Lucharemos hasta el final», así se expresó Gotzon Almaraz, responsable de LAB.

Los trabajadores están dispuestos a presentar demandas judiciales en contra de los despidos. Porque, explicó Almaraz a GARA, «seguimos sin ver las causas de este cierre y el traslado de la producción a Valencia. Hemos desmontado cada uno de los argumentos de la dirección. Sabemos y saben que ese traslado les supondrá un coste económico elevado, pero está claro que se trata de una deslocalización de la empresa».

Ante esta situación, el comité de empresa de Formica de Galdakao rechaza «que desindustrialicen nuestro pueblo y Euskal Herria. No hay derecho ni razones para hacerlo».

La dirección de Formica ofreció una indemnización de despido por 40 días con un máximo de 24 mensualidades, 30 recolocaciones en Valencia y un año adicional del convenio especial con la Seguridad Social para los mayores de 55 años.

El desacuerdo reduce las indemnizaciones a la mitad, pero el comité tiene claro que lo que se busca es mantener el empleo aquí, «porque se puede».