Cirujanos paquistaníes lograron ayer extraer la bala que se encontraba alojada cerca de la espina dorsal de la joven Malala Yousufzai, de 14 años, tiroteada el martes por los talibanes en represalia por su denuncia, en 2009, de la represión talibán en el valle de Swat y su campaña en favor de la educación de las niñas. Yousufzai recibió un disparo en la cabeza y otro en el cuello y está en estado crítico.

El equipo médico, que había renunciado a operarla por el alto riesgo de la intervención, se vio obligado a hacerlo de emergencia en la madrugada. Un avión espera en Peshawar por si es necesario trasladarla al extranjero, probablemente Dubai.

Yousufzai fue atacada cuando regresaba de la escuela, en Mingora, la principal ciudad del valle, junto a otras dos niñas, que resultaron heridas.