Los insurgentes sirios quieren aislar a las tropas de Al Assad en Alepo
Tras tomar el control de la ciudad de Maaret al Numan, en la carretera que une Damasco con Alepo, la insurgencia siria trata de cortar el acceso a los suministros y refuerzos a las tropas del régimen, aislando así a sus fuerzas en al segunda ciudad del país, donde continúa la batalla calle por calle iniciada el pasado julio. Mientras, Turquía elevó el tono de sus amenazas si siguen cayendo proyectiles en su territorio.
GARA | DAMASCO
Los insurgentes sirios buscan cortar las líneas de aprovisionamiento del Ejército hacia Alepo, la segunda ciudad del país donde desde julio se lleva a cabo una batalla estratégica en la guerra civil siria.
Con este objetivo, los rebeldes tomaron la ciudad de Maaret al Numan, que ahora el Ejército de Bashar al Assad intenta recuperar. Para ello, envió ayer carros de combate que refuercen su posición.
La ciudad, de 90.000 habitantes, es un enclave estratégico situada en la ruta entre Damasco y Alepo. El entorno rural está en manos de la insurgencia, por lo que resulta fundamental para el envío de suministros y refuerzos al frente de Alepo.
Las tropas se desplazaron a lo largo de parte de los 50 kilómetros de la autovía entre Damasco y Maaret al Numan, para asegurar el desplazamiento de los tanques, según fuentes insurgentes. La oposición armada intentó frenar su progresión lanzando cohetes y colocando bombas lapas y aseguró haber dañado así tres de ellos.
Hacia el sur, los aviones bombardeaban duramente Jan Sheikun para cubrir el avance de los refuerzos sobre Maaret al-Numan, según Rami Abdel Rahman, presidente del opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Jan Sheikun es otra ciudad situada en al carretera Damasco-Alepo, al igual que Saraqeb, más al norte, que ya está en manos insurgentes.
«Si los rebeldes, que ya tienen Saraqeb y Maaret al-Numan, toman Jan Sheikun, aislarán totalmente a las tropas del régimen en Alepo, porque los refuerzos no podrán llegar», indicó Abdel Rahman. La oposición afirmó que, debido a la intensidad de la ofensiva, los habitantes de Jan Shikun no pueden salir de sus casas y huir a zonas más seguras, y ayer se produjeron más de 20 muertos.
Turquía amenaza
Por otro lado, el Ejército turco anunció que responderá con una «fuerza mayor» si continúa la caída de proyectiles disparados desde Siria a territorio turco, como ha venido sucediendo en la última semana. «Hemos respondido pero si continúa responderemos con una fuerza mayor», declaró el jefe del Estado Mayor, general Necdet Ozel, a la televisión estatal TRT. El martes el Gobierno turco confirmó que ha desplegado 25 cazabombarderos F16 en una base próxima a la frontera con Siria.
Damasco, por su lado, condicionó la aceptación del cese el fuego unilateral demandado por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, a la exigencia previa del cese de la actividad armada por parte de los insurgentes. «Hemos dicho a Ban Ki-moon que envíe emisarios hacia los estados que tienen influencia sobre los grupos armados para que estos pongan fin a la violencia», afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jihad Makdissi, que recordó que ya indicaron a Ban Ki-moon que debe dirigirse a Arabia Saudí, Turquía y Qatar, «que financian y suministran armas los grupos armados».
El secretario de Defensa de EEUU estadounidense, Leon Panetta, aseguró ayer que Washington está trabajando con Turquía y Jordania para vigilar el arsenal químico y biológico del régimen sirio, mientras un alto responsable estadounidense adelantaba que Washington ha desplazado 150 militares a Jordania para ayudar en esa vigilancia de armas químicas. Sin embargo, el Ejército jordano lo negó y afirmó que sus fuerzas son suficientes para hacer frente a cualquier amenaza
La Policía británica detuvo en el aeropuerto de Heathrow, en Londres, a un hombre y a una mujer que se dirigían a Siria en el marco de una investigación sobre «supuesta actividad terrorista» en el país árabe, según informó la Policía.
Las autoridades turcas obligaron a aterrizar en el aeropuerto de Ankara a un avión de pasajeros sirio procedente de Moscú sospechoso de transportar mercancía «no civil», según el ministro de Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu. Varios cazas turcos escoltaron al avión hasta su aterrizaje. Tras varias horas de registro, el avión fue autorizado a partir aunque que las autoridades retuvieron varias cajas.
Mientras se mantiene el frente abierto en Alepo, donde la insurgencia trata de conseguir controlar un territorio desde el que relanzar sus operaciones, el régimen sigue llevando a cabo operaciones para acabar con feudos rebeldes en barrios de Damasco o en Homs, bautizada como «la capital de la revolución». «Homs podría ser declarada provincia asegurada en las próximas horas o días, tras la progresión del Ejército en todas las arterias de la ciudad y su provincia», afirmó el diario «Al-Watan», dando a entender un asalto final del régimen. Ayer fueron bombardeados varios barrios y pueblos vecinos. «Estamos totalmente rodeados, no hay escapatoria», declaró a France Press un militante que se hacía llamar Abu Bilal desde la parte vieja de la ciudad.
El pasado viernes la aviación de Bashar al Assad bombardeó Homs por primera vez desde el inicio de la revuelta. Las otras zonas más afectadas por la violencia fueron las localidades de la periferia de Damasco, donde los bombardeos del régimen y los combates entre ambos bandos causaron varias decenas de fallecidos y se encontraron, además, 17 cadáveres en las granjas de la población de Daraya. GARA
