El Ibex logró ayer detener la senda bajista iniciada el lunes gracias a alicientes de fundamento escaso. Los analistas apelaban a los buenos datos semanales de peticiones de subsidio de desempleo en Estados Unidos y a rumores no confirmados de un retraso en la aplicación de las normas Basilea III para los bancos. Por lo demás, el panorama era, si cabe, peor que el día anterior. Para empezar, S&P colocó a la deuda española a un paso del «bono basura», es decir, se queda a punto de perder el último nivel del llamado grado de inversión y entrar de lleno en la categoría de los bonos especulativos. A esto se añadía, por otro lado, el aumento del IPC de setiembre, que alcanza ya el 3,4% en tasa interanual, mientras que el PIB seguirá su cuesta abajo durante meses, tal como se ha pronosticado esta misma semana. Sin embargo, el Ibex, junto al resto de índices europeos, dio la vuelta a la situación para anotarse una subida moderada. Hoy saldrá desde los 7.734,70 puntos, tras avanzar un 0,87%. Las alzas de París (+1,42%), Fráncfort (+1,06%) y Londres (+0,92%) fueron más amplias. En las caídas, sobresalió una jornada más Popular (-4,90%), que sigue pagando por la ampliación de capital de 2.500 millones de euros. Por su parte, BBVA (+1,62%) y Santander (+1,94%) lideraban las ganancias del sector y del grupo de los pesos pesados. Los más alcistas del Ibex fueron Mapfre, Técnicas Reunidas, Red Eléctrica e IAG, al sumar más de un 2%. En París, Société Générale (+4,865) y Crédit Agricole (+4,35%) registraban los mayores ascensos, mientras que EADS (-1,11%) sufrió la toma de beneficios.