El candidato | Elecciones del 21 de octubre
«No habrá pacto de gobierno con EH Bildu, pero podemos coincidir»
Cabeza de lista del PSE en Gipuzkoa
«Perro viejo» ya en la política vasca, Arriola (Eibar, 1959) ha ido acumulado poder: secretario general del PSE en Gipuzkoa, consejero de Transportes en Lakua y por segunda vez cabeza de lista al Parlamento. «¿Cuántos escaños? Me conformaré con los que nos dé la ciudadanía», dice, en lo que suena a reconocimiento implícito de que no están para echar cohetes. Pero sí confía en que han llegado a las urnas «con coherencia», al contrario de lo que les pasó en las estatales tras el giro de Zapatero.
Ramón SOLA | DONOSTIA
Empezando por lo más evidente, esta es la primera campaña del PSE al Parlamento Vasco sin acciones de ETA. ¿Cómo viven los candidatos el día a día y qué clima social perciben?
Bueno, nosotros siempre hemos salido mucho a la calle, lo hemos hecho en las situaciones de más riesgo. Ahora, por tanto, lo hacemos igual pero con más tranquilidad, con menos «compañía» entre comillas. Es una campaña de cara a cara, de mirar a los ojos a la gente, de hablar... yo estoy contento.
Si las encuestas aciertan, lo suyo en Ajuria Enea habrá sido un mero paréntesis...
Bueno, vamos a ver qué pasa el día 21. Yo creo que el PSE está en alza en intención de voto en estos momentos. Tenemos que presentar a la gente nuestra gestión, ha sido un gobierno en una coyuntura especialmente complicada y ha sabido gestionar bien, ha sabido mantener los pilares del Estado de Bienestar, ha apoyado a las empresas, las inversiones estratégicas... Tenemos que hacer llegar estos valores a la ciudadanía. Y no solo lo que se ha hecho, sino lo que se plantea para el futuro, que es la apuesta por el Estado de Bienestar, que está en riesgo. No hay más que echar un vistazo a lo que está pasando alrededor. Tenemos que valorar que mantener una enseñanza universal de calidad, una red de ayudas sociales que nadie ha abandonado, tener la capacidad de programas para que nuestra economía no se pare, tener estos récords de importación históricos... todo eso nos lo estamos jugando ahora. Es el futuro nuestro y de nuestros hijos. Y es un momento clave. Hemos resistido mejor en Euskadi, pero nos jugamos ahora mantener esos pilares o que se caiga abajo todo el edificio.
Es curioso que todos hablen de buscar acuerdos de país, pero desde claves tan diferentes en lo nacional y lo social que no parece haber opción. ¿O sí?
En lo social sí, porque de hecho el lehendakari lleva dos años y medio haciendo llamamientos a acuerdos. Ahora todos lanzan el mensaje de que hay que garantizar el Estado de Bienestar, salvo el PP, que no se pone ninguna careta y dice claramente que hay que recortar como sea. PNV y EH Bildu tienen otros discursos, pero la realidad es que el PNV solo se ha dedicado a torpedear a este gobierno. La coherencia del sistema se basa en que tenga suficiencia en los ingresos, y todas las llamadas que ha hecho el lehendakari para ello no han tenido respuesta positiva del PNV. Ha jugado a la estrategia de ahogar al Gobierno.
¿Y con EH Bildu? Ustedes han pactado la reforma fiscal en Gipuzkoa, pero ahora Patxi López descarta acuerdos, ¿eso no es una contradicción?
No. Lo que ha dicho Patxi López es que descarta los pactos de gobierno. Otra cosa es que puedas coincidir, que es lo que ha pasado en Gipuzkoa en cosas puntuales en materia fiscal. Siempre puedes coincidir, pero otra cosa es gobernar conjuntamente. Nos separan muchas cosas, sobre todo objetivos, y no solo de política general sino también de gestión.
Entonces, ¿no se atan las manos? Se lo pregunto porque puede ocurrir que gane el PNV pero desde la oposición EH Bildu y PSE puedan ser mayoría...
Nosotros tenemos nuestras propuestas, y uno de los medios para lograr nuestros objetivos es la suficiencia financiera. El lehendakari está haciendo unos planteamientos en esta materia, y si coincidimos, coincidimos. No vamos a dejar de pensar de determinada manera porque vayamos a coincidir con alguien...
Hablemos de Gipuzkoa. 45.000 parados, ¿de quién es la culpa y cómo se empieza a arreglarlo?
¿De quién es la culpa? Señalar con el dedo a un culpable no es fácil, hay un cúmulo de circunstancias. Es una crisis con un origen internacional pero que ha afectado de manera especial a las economías del sur de Europa y a la española, y en consecuencia también a nosotros aunque tengamos factores diferenciales que nos hagan estar mejor. Hay una caída de actividad general, pero además las empresas tienen dificultades de financiación, si les escuchas se lo oyes decir. Este gobierno ha hecho un esfuerzo ingente ahí, han sido 2.200 millones de euros en avales, que es muchísimo dinero. ¿Qué tenemos que hacer? En nuestra apuesta también está una acción proactiva para el impulso de la actividad económica, no se puede dejar esto abandonado, y para ello hacen falta recursos. También habrá que tomar medidas paliativas, que no solucionan la situación pero sí ayudan a las personas. Y el empleo joven, buscando que las empresas les contraten, con ayudas públicas. En resumen, hay que ir de la mano. Tenemos un tejido económico basado en la pequeña y mediana empresa, que ha sabido resistir mejor, pero también porque ha estado acompañado por un gobierno con sensibilidad y corazón.
¿Cómo defendería la reforma fiscal de Gipuzkoa ante otras diputaciones más reacias?
Sin duda, ha tenido un efecto de mayor recaudación comparativamente, aunque la reforma fue limitada. Para nada ha supuesto un resentimiento de la economía, ni ha escapado nadie... Pero lo mejor para Euskadi es que haya una fiscalidad homogénea. Lo lógico es que sea el Parlamento Vasco quien apruebe y decida. Las diputaciones son buenas gestoras desde el punto de vista recaudatorio, eso no se cuestiona, pero tiene sentido que lo apruebe el Parlamento para que sea homogénea. Y luego, claro, y en esto el lehendakari ha clamado en el desierto, es muy importante el tema del fraude fiscal. Tiene que haber una coordinación absoluta entre las tres diputaciones. No tiene sentido que la inspección fiscal de Gipuzkoa y la de Bizkaia funcionen de espaldas. El diputado general de Bizkaia dijo que los datos de los contribuyentes vizcainos eran poco menos que secretos de confesionario, pero sin embargo cuando el Gobierno español los pidió para el copago farmacéutico, al día siguiente los tenían. ¿Para luchar contra el fraude no y para el copago sí? Esto es muy serio...
¿Qué le parece la propuesta de Iñigo Urkullu de adelantar al Estado el dinero del TAV?
Nosotros ya tenemos un convenio de encomienda para el ramal guipuzcoano, pero ojo, no solo adelantamos el dinero, también gestionamos la obra, y luego lo compensamos vía Cupo. Este tema hay que verlo con perspectiva. Lógicamente nos interconecta las capitales pero ese no es el objetivo de la «Y vasca», sino conectarnos al resto de España y Europa. Entonces, claro, tan importante como el tema vizcaino y alavés es el tramo entre Miranda y Burgos, que va más atrasado, y la conexión con Francia... Porque nosotros podríamos acabar la obra para 2016 y no poder pasar a la Meseta...
Pero entonces precisamente, ¿por qué entonces no se plantea una moratoria aquí, como parece que la hay de facto en el Estado?
Me gustaría hablar con el Ministerio, he pedido una cita a la ministra pero debe estar muy atareada con la campaña gallega. Hablemos claro. Teníamos un compromiso con el Estado. Si el Ministerio ha llegado a la conclusión de que no puede mantener el objetivo, que lo diga y hablemos. Insisto en que podemos conseguir el objetivo en el ramal guipuzcoano para 2016. Hablemos pues. Adif nos llevaba una ventaja terrible hace tres años y ahora estamos ahí, el ritmo va bien, Gipuzkoa está en obras aunque no se vea porque una parte importante va en túnel.
¿Por qué se han tomado tan mal las medidas de la Diputación en favor del euskara? ¿No pueden capacitarse las empresas en euskara?
No se puede analizar aisladamente. Se empiezan a hacer listados de gente y llueve sobre mojado. Si esta medida se analiza aislada, vale: tú pides esa capacitación, es una lengua cooficial, y si una empresa no puede, pues vale, que lo subcontrate. Pero cada vez se dan más pasos en la dirección de utilizar el euskara como elemento de discriminación. Y nosotros también tenemos que dar avisos...
Hablemos de la situación de los presos. ¿Por qué el Gobierno de Lakua no ha tenido una actitud más activa para ir encarrilando esta cuestión? ¿No ha podido o no ha querido?
Yo creo que el lehendakari ha tenido una posición clara, lo dijo públicamente en el Parlamento. Estamos en una coyuntura en la que parece que ha acabado definitivamente la violencia de ETA, aunque sería muy positivo que anunciara de una puñetera vez su disolución y eso sin duda ayudaría a todo este proceso. Entonces cabe que se vaya produciendo un acercamiento, que se aplique la legalidad en las medidas previstas con los presos enfermos y todo este tipo de cosas... Eso el lehendakari lo ha dicho, y no es una debilidad del Estado de Derecho, sino una fortaleza.
Con la marcha de Jesús Eguiguren de la política...
...no, no. Jesús Eguiguren no abandona la política. Es más, estos días le veo más activo que nunca, está en todos los actos, en todos los repartos de rosas... Solo pasa que lleva mucho tiempo en el Parlamento Vasco y ha pensado que tiene que iniciar una nueva etapa.
Ya, pero le iba a preguntar si con eso se acaba una etapa en el PSE, una línea de búsqueda de acuerdos con la izquierda abertzale.
Vamos a ver, Jesús lo que ha intentado es conseguir la paz, no buscar acuerdos con la izquierda abertzale no sé para qué. Nosotros hemos coincidido con la izquierda abertzale cuando estaba en los ayuntamientos y nunca hemos gobernado juntos. El proceso ya lo ha expuesto él en su libro, ha intentado siempre buscar que llegara la paz. Con la izquierda abertzale hablamos y hablaremos. Pero creo que ha llegado demasiado pronto a las responsabilidades de gobierno tras un proceso de ilegalización y les ha pillado a contrapié, y tampoco les ayuda el contexto económico. Necesitan pisar tierra, pisar realidad. La gestión en Gipuzkoa deja mucho que desear. ¿No hay ningún proyecto estratégico con el que estén a favor? Entiendo que puedan no estar a favor del TAV, pero ¿y del Metro de Donostialdea? Esto no lo entenderé nunca.