La marcha antirrepresiva que nació del colectivo de agredidos por la Policía en la pasada huelga general congregó ayer a unas 700 personas en Iruñea bajo el lema «Gastos policiales para escuelas y hospitales». La manifestación, bajo un férreo control de los antidisturbios, se desarrolló sin incidentes desde la Plaza del Vínculo y terminó junto a la sede de la Delegación del Gobierno español en la capital navarra.

Los manifestantes corearon consignas como «Menos maderos, más lapiceros» o «El dinero del TAV para la Sanidad», así como gritos en favor al derecho a la huelga y exigiendo la dimisión de la presidenta, Yolanda Barcina. Al término de la marcha, se hizo lectura de un comunicado en el que se afirmó que la carga contra el mitin del 26S fue «indiscriminada e injustificable». Un portavoz de las víctimas de agresiones policiales denunció que la Policía española «cargó brutalmente» contra gente que estaba sentada en el Paseo Sarasate.

Durante la lectura se dio cuenta del estado de salud del vecino de Atarrabia que recibió un pelotazo en el ojo durante esa carga. Según explicaron, a día de hoy se mantiene la pérdida de buena parte de la visión del ojo afectado y los médicos dudan sobre su posible recuperación. Precisamente, en la manifestación de ayer, numerosas personas llevaban pancartas con una señal de prohibido y, en el centro, un lanzapelotas.

Los manifestantes exigieron que se lleven a cabo medidas y protocolos para que hechos como los acaecidos en la última huelga general no vuelvan a ocurrir. Entre ellas, reclamaron la prohibición del uso de material potencialmente letal, como son las pelotas de goma. El portavoz expuso que han recogido una pelota de caucho con la inscripción «Recuerdo de España» y manifestó su esperanza de que, el día de mañana, las cargas con este tipo de material «sean solo eso, un mal recuerdo».

Las personas que sufrieron agresiones la pasada huelga, entre los que se incluye el diputado de Amaiur por Nafarroa, Sabino Cuadra, han realizado varias iniciativas de protesta. En un primer momento, se presentaron 15 denuncias contra policías españoles y forales por agresiones gratuitas. Después, se presentó un escrito ante el Defensor del Pueblo, para que emita un informe e investigue la actuación y la coordinación de las distintas policías.

Uno de los asuntos más criticados durante la huelga fue la actuación del retén de Policía Foral que custodiaba el Parlamento, ya que fueron ellos quienes iniciaron las cargas contra los huelguistas. Las primeras acusaciones fueron vertidas por el mando del operativo de la Policía española. En este punto, resulta significativo que, en la huelga estudiantil del jueves, la Policía española colocara un denso cordón policial entre los manifestantes y los policías forales que vigilan la Cámara. Además, el mando que cuestionó a los forales era también el responsable de la seguridad de la huelga estudiantil.

Pese a que la Policía Foral ha recibido fuertes críticas, de las 15 denuncias de víctimas de agresiones que se han presentado, 13 corresponden a golpes de la Policía española.