El 24 Villa de Bilbao pasa su ecuador con apuestas curiosas e intensas
El 13 de setiembre comenzó la 24 edición del Villa de Bilbao con las actuaciones de Terrier, desde Madrid, Mild, de Balmaseda, y Tooth, de Bizkaia. Para llegar a las respectivas finales de nuevas tendencias, metal y pop-rock habrá que esperar al 8, 9 y 10 de noviembre. Pop, rock, emo, neofolk, metal, tecno... son parte de los estilos que han pasado por Bilborock, aportando un nivel medio reflejo de lo que está ofreciendo la escena actualmente.
Pablo CABEZA | BILBO
La crisis económica y de valores, o la indecencia de esta crisis, no se ha llevado el Villa de Bilbao por delante y se espera que vea su 25 cumpleaños. Un cuarto de siglo fiel al espíritu de las bandas que no son tipo «Tú sí que vales», «Operación Triunfo» o similares.
Con la fidelidad al ideario que le ha convertido en el concurso más estimado y laureado de toda la península, la 24 edición del Villa de Bilbao comenzó el 13 de setiembre en Bilborock en busca de los tres mejores grupos en los apartados nuevas tendencias, metal y pop-rock. En total, 14 jornadas y 38 grupos camino de una final los días 8, 9 y 10 de noviembre.
Desde hace unos años, y tras el salto de calidad que ha dado la escena vasca -hace una década muy inferior a la catalana, por ejemplo-, la tendencia del Villa de Bilbao es a contar con un buen número de formaciones locales gracias a sus nuevas virtudes. De hecho, este año dentro de la sección pop rock, de veinticuatro grupos, doce son vascos y en metal de diez, ocho son de aquí, y por lo que estamos viendo/escuchando con un nivel alto. En Nuevas tendencias de cuatro grupos, dos son de Bizkaia.
Terrier, Tooth y Mild abrieron el Villa el juveves 13 de setiembre con la sala casi llena. Tooth se encargaron de raspar la noche con fuerza. Un trío de sonido básico entre el metal, el rock y roces con el jarkore. Mucho sentimiento y ganas de disfrutar entre cambios de ritmo y las diferentes intensidades con las que construyen sus canciones. No son muchas las bandas surgidas en Balmaseda o zonas limítrofes, pero ahí están Mild, quienes tendrán en breve su primer disco. Mild es gente con cierta experiencia en sus instrumentos. Se defienden con cada ritmo o cada nota, pero su estilo no encaja entre lo que se escucha habitualmente dentro de quienes programan música local. Su horizonte debe estar en el complicado espacio de bandas alternativas que pelean por llegar a ser Vetusta Morla.
Siguiendo con el recorrido por los grupos locales, el 20 de setiembre el único representante local fue She'Sophi, que es el nuevo proyecto de la gasteiztarra Sofia Rodríguez Sanchiz. Comenzó tocando la batería y como tal ha recorrido diversas experiencias de rock, pop y folk. Así hasta que un buen día se calzó una guitarra al hombro y aquí está con un proyecto que mira hacia las solistas femeninas tan en boga en el último lustro. Cuenta los trastes con el dedo para poner la cejilla, es así de natural, pero lo que ofreció fue sugerente, con apuntes repletos de esperanza. Y, además, es simpática, y joven. En el Villa, desafortunadamente, no pudo contar con su guitarrista habitual.
El 27, Señores (antes Yo, Náufrago) sepultaron el concierto que ofrecieron en Bakio semanas atrás. Se fue de la decepción de aquel pasado a la esperanza. La realidad, una vez más, y a pesar de la experiencia, demostró que un mal equipo de sonorización puede estrangular o desdibujar una buena propuesta, aunque, en el momento que se vive, no se perciba como tal por el desastre sonoro. Buenas canciones, arreglos e intencionalidad en cada composición.
El 4 de octubre subieron a escena The Great Barrier, una banda entre Getxo y Uribe Kosta. Su vocalista, Aitxiber Omagogeaskoa, interpreta con mucha clase y magnetismo, pasa del desnudo al desgarro con facilidad. The Great Barrier combina canciones que se mueven entre el pop indie y el neo folk actual. Algunos títulos resultaron espectaculares.
Este pasado jueves debían pasar por Bilborock Priscilla Band, de Bilbo, y Reina Republicana, una de las bandas emergentes de Iruñea. Los navarros fallaron; al parecer, en su concierto anterior el enfado fue notorio en el escenario, por lo que el grupo no debe atravesar sus mejores relaciones. Una lástima, ya que contaban entre las formaciones con más posibilidades de pasar a la final, al menos por lo escuchado en su álbum debut. Priscilla es un grupo de Bilbo orientado hacia el funk, el groove y el soul. Les vimos un primerizo concierto en Kafe Antzokia hará tres años, demasiada verbena funk; sin embargo, han aprovechado el tiempo y ganado en rigor estilístico y formas. Ya cuentan con un primer disco y llenaron Bilborock con su caliente dosis de ritmos bailables.
Metal
Los conciertos de jevi metal comenzaron el pasado 21 de setiembre. Esa tarde subieron a escena Neila, que estrenaban disco, y Quaoar. Bilborock se petó, pero no extraña, ya que son dos de las formaciones más estimadas de la escena bilbaina dura. Dos estilos muy diferentes e inmejorables sensaciones desde cada uno de los frentes.
No estuvo mal la siguiente jornada, viernes 28, con Orion Child, durangaldea, y Dawn of the Maya, de Iruñea y con disco al caer. Nuevamente dos propuestas distintas entre sí y más metálicas que la jornada previa.
El pasado 5, Space Octopus la banda del guitarrista, Dann Hoyos, presentaba nuevo disco. El bilbaino Dann es un hábil técnico del mástil, con el rechazo y el aplauso que supone la postura. En todo caso, nivelazo el suyo.