No acaban de asimilarlo. Pasan los días, y siguen sin encajar el golpe, sin comprender que el pueblo ha hablado, esta vez sin mordazas, y les ha puesto en su lugar. Acostumbrados a hacer trampas, es lo que tiene. Y lo viven como una tragedia. Así se titulaba el editorial de ayer de «Abc»: «La tragedia vasca». Y así empezaba el editorialista del diario de Vocento: «El éxito electoral de la izquierda proetarra genera toda una serie de interrogantes morales y políticos sobre la sociedad vasca, resumidos en la paradoja de que el cese de la violencia etarra no ha premiado a quienes lo han logrado y han sido víctimas del terror, sino a quienes han sido y siguen siendo sus apologistas». Al final acaban por creerse sus propias mentiras. Una diría que las votantes (y los votantes) han premiado a quien ha dado pasos de enorme calado por la paz, y ha castigado a quienes, o no se mueven, o lo hacen en dirección contraria.

Pero al periódico hermano de «El Correo» y «Diario Vasco» le duele el mal trago que está pasado Basagoiti, y tras admitir el «evidente fracaso» del PP en las urnas, afirma que el mismo «está personalizándose desproporcionadamente» en el presidente de ese partido en la CAV, y añade que «ni el discurso político ni la actitud personal de Basagoiti frente al nacionalismo, frente a ETA o frente al entramado batasuno, justifican el nivel de críticas que está recibiendo». Lo cierto es que algunas y algunos lo están poniendo fino. Por contra, «Abc» cree que los nefastos resultados del PP son consecuencia de una «conjunción de factores», entre los que cita la «irrupción» de EH Bildu, «el distanciamiento de las víctimas de ETA» y «el exceso de connivencia gestual y verbal de algunos dirigentes del PP hacia la `normalidad' creada aparentemente por la tregua de ETA» que «chocaba frontalmente con el sentimiento del electorado natural de este partido». Vamos, que para el monárquico diario, Basagoiti y su tropa tienen que ser más ultras. Como analistas no tienen precio. Y junto a esto, claro, la ciudadanía, a la que «Abc» no acaba de entender. Vean lo que dice: «el resto lo pone una sociedad que no tiene problema alguno en convertir a la tapadera de ETA en su segunda fuerza parlamentaria». Cuanto mejor les iría si no hubiera elecciones.