CaixaBank, el nuevo propietario de CAN, prevé cerrar el año con unos ingresos por ventas y alquileres de su cartera inmobiliaria de más de 1.800 millones, según las estimaciones de la entidad, que hasta septiembre ha comercializado 10.048 inmuebles por 1.325 millones (663 por ventas, 439 por alquileres y 224 de compromisos).

El banco presidido por Isidre Fainé y dirigido por Joan María Nin cuenta con adjudicaciones por valor de 4.350 millones a cierre de septiembre (el 25% suelo, por debajo de la media del sector), mientras sigue reduciendo la cartera de inmuebles de Servihabitat, inmobiliaria del grupo La Caixa, que cuenta con activos por valor inferior a 3.000 millones.

CaixaBank ha cerrado setiembre con una deuda pública española en cartera de 20.000 millones de euros, frente a los 12.000 de junio, sobre todo por la incorporación de Banca Cívica, y por ahora no prevé realizar emisiones para captar capital, así como tampoco tiene sobre la mesa ninguna operación corporativa, según fuentes de la entidad, que han afirmado que La Caixa no se pronuncia sobre el debate de Catalunya: «Como el resto de la banca, no tenemos opinión».

Integración electrónica

La integración de los programas informáticos de Caja Navarra se han fusioando estos días con el de Caixabank, para operar ya como una sola entidad. Esto ha provocado algún error puntual, generando retrasos en las oficinas centrales de CAN. De otra parte, se ha cambiado también la forma que tenían los clientes para gestionar sus cuentas a través de Internet, con las consiguientes quejas y miedos, hasta acostumbrarse al nuevo entorno.

Mientras tanto, Caja Navarra continúa su proceso para convertirse en Fundación. Acaban de elegirse los nuevos consejeros, que tendrán que elegir al nuevo consejero delegado, cargo que ocupa hoy Enrique Goñi.