Donostia dará comienzo esta tarde a la XXIII Semana de Cine Fantástico y de Terror, el festival más esperado del año para muchos, incluso más que Zinemaldia. Con un aire mucho más oscuro y «gamberro», como lo describe el su director Josemi Beltran, la Semana cuenta cada vez con más adeptos.

A pocas horas de ver las calles donostiarras llenas de amantes y películas de sangre y zombies -y hasta de los propios monstruos durante la Nekrobira de esta tarde-, hablamos con Beltran, que tras su estreno como director el año pasado, admite sentirse más cómodo esta edición, a pesar de que la organización haya sido más difícil debido a los recortes en cultura. Sin embargo, dejando las dificultades de lado, tenía ilusión por empezar a disfrutar de la fantasía. «Yo estaré en la sala, pero seguramente no vea mucho las películas porque estaré más pendiente de las reacciones de la gente. Acudiré porque quiero conocer la opinión del público y quiero disfrutar hablando sobre el cine fantástico», afirma Beltran.

La programación es muy completa y cada uno tendrá sus opiniones, pero el director tiene una selección de propuestas que cree que van a pisar fuerte: «En el Estado español creo que tendrá éxito «Insensibles». También hemos apostado por la comedia, dentro del genero fantástico y de terror, con las películas «Cockneys VS Zombies» y «Grabbers». Estas, además, son producciones europeas; creo que el cine europeo fantástico está en un buen momento. Y no podemos olvidarnos de las produciones orientales con ese espíritu divertido que tienen».

La Semana de Cine Fantástico y de Terror cada año es más grande, es un hecho innegable. El éxito es arrollador y cada edición se agotan antes los abonos que se ponen a la venta casi dos semanas antes. Este año no iba a ser una excepción y a pesar de las complicaciones económicas que el director menciona, no se han visto reflejadas en la venta de entradas. Los abonos se agotaron al poco tiempo de ponerlos a la venta, y apenas quedan entradas para ver las sesiones del Teatro Principal, «pero todavía quedan entradas para las del Victoria Eugenia, así que, que la gente se anime, que merece la pena», afirma Beltran.

Parece que este festival tiene como destino crecer, aunque el director no cree que sea el mejor momento. «Es un festival mediano, por lo que no puede permitirse ampliarse a otras salas. Quizá deberíamos ampliar las sesiones del Teatro Principal, que es a donde todo el mundo quiere ir, pero no sería justo para los abonados a los que les quitaríamos la oportunidad de ver nuevas películas al haber más sesiones de las mismas. En cambio, podríamos pensar en alargar el festival en el tiempo, aunque de momento el reto es mantener el nivel de hasta ahora», explica.

La clave del éxito de la Semana es su ambiente. Ninguna sesión se salva del cachondeo. Beltran lo tiene claro, «quien quiera ver una película concentrado, tranquilo, este no es su festival».

Un abecedario macabro

Los más impacientes pudieron disfrutar ayer de dos películas adoradas por cualquier cinéfilo dentro del ciclo «Phenomena on tour». La doble sesión proyectada en el Teatro Principal contaban con «Dentro del Laberinto» (1986), una película llena de pura fantasía que une las marionetas con un David Bowie en la piel del malo. La otra película fue «Los cazafantasmas» (1984), donde los cuatro héroes persiguen a los seres ectoplasmáticos por toda la ciudad.

Pero el plato fuerte llega hoy a las 19.45 cuando se le dará inicio al festival con uno de los estrenos más esperados del año en el género de terror. «Sinister» (Scott Derrickson) será la encargada de provocar los primeros gritos en la sala del Teatro Principal. La gran esperada implica niños y una casa en la que años atrás fue testigo de horribles y misteriosas muertes, todo esto unido al trabajo de los productores de «Paranormal activity» e «Insidious».

Pero antes de temblar con «Sinister», los espectadores abrirán boca con el cortometraje irlandés «Foxes», donde una joven descubrirá que los zorros son los verdaderos habitantes de una urbanización donde no hay nadie más.

Por la noche, a las 00.30 nos espera otra sesión de cine para no pegar ojo. Dani Moreno vuelve a Donostia, tras haber presentado su corto «Martians Go Home!» en 2006, para mostrar su nuevo trabajo cortometraje «Amazing mask». En esta sesión también se proyectará «The seasoning house», en la que el experto en efectos especiales y maquillaje de «Eden Lake», «Centurión» o «La legión del águila» Paul Hyett ha cogido las riendas de la dirección.

Pero la película estrella de la noche (y una de las más llamativas del festival) es «The ABC's of death», una antología de cortometrajes encargados a 26 directores diferentes de todo el mundo para que muestren 26 formas singulares de morir. La peculiaridad de este filme es que los productores presentaron la idea como un abecedario, es decir, que a cada director le dieron una letra y el título de la historia debía comenzar por ahí.

El serbio Srdjan Spasojevic («A serbian film») y el inglés Jake West («Razor Blade Smile») son dos de los directores invitados a este macromaratón de cortos macabros que están durante estos días en Donostia.

«Me llamaron hace aproximadamente un año y medio y me pareció un proyecto muy interesante porque me daba la oportunidad de formar parte de un grupo de trabajo muy bueno», explicó en rueda de prensa Spasojevic. El serbio admitión no haber visto la película entera todavía, y es por eso que espera sorprenderse esta noche al verla junto al público.

A West también le pareció un proyecto interesante porque la película está pensada a modo de «libro antiguo de aprender letras de los niños, pero con conceptos de horror». A él le ofrecieron tres letras para que eligiera la que más le gustaba y se quedó con la S, de la cual surgió «Speed». El director no quiso desvelar detalles de su película, pero contó que a pesar de que estaban en un desierto remoto donde hacía mucho calor y no había nada más que silencio, aparecieron «dos chiflados drogadictos» que finalmente le sirvieron para el corto.

Lucy Clemens, la actriz pin-up de «Speed», dijo estar encantada por participar en esta antología que cuenta con tantos maravillosos directores. Clemens comentó que le ha gustado trabajar con West porque es capaz de realizar buenos trabajos con muy poco presupuesto. De hecho, ese fue la única barrera impuesta a los directores: 5.000 dólares. Por lo demás tenían vía libre para hacer lo que quisieran, aunque West destacó la dificultad para contar en poco tiempo toda una historia.

Mientras que «Speed» es una película con un argumento fácil de entender, a Spasojevic le tocó la letra R y rodó «Removed», un filme que él mismo describe como la muerte de la propia película. «El protagonista es un icono viviente del cine que representa la cinematografía, y espero que sea reconocible por el público».

Este personaje no tiene cabeza y está siendo torturado, lo que viene a representar que el cine, hoy en día, no necesita cerebro y no tiene libertad. «Cuando deja de producir quieren matar al personaje, pero él contraataca, y es cuando he recurrido al origen del cine, a esa primera imagen del tren de los hermanos Lumiere. Pero no consigue escapar y muere», explica.

Esta experiencia ha sido nueva para Spasojevic, que, a parte de en la universidad, nunca antes había hecho cortometrajes. Sin embarjo, su compañero se inició en el mundo del cine gracias a este formato, por lo que le ha resultado gratificante volver a sus orígenes.