Buen ambiente, voluntad común de llegar a acuerdos y compromiso de seguir hablando, pero evidentes divergencias sobre todo en materia socioeconómica. Ese es el resumen de la cerca de hora y media que estuvieron reunidas ayer en Sabin Etxea las delegaciones de PNV y EH Bildu.

Un encuentro amable y distendido, en el que Iñigo Urkullu presentó el planteamiento de los jeltzales, al que respondió Laura Mintegi. A lo largo del encuentro intervinieron también Joseba Egibar, Hasier Arraiz y Pello Urizar.

Todos los indicios apuntan a que la cita con el PSE fue más tensa, además de mucho más corta. La continuidad de las conversaciones quedó a la espera de que el PNV concrete su propuesta y la remita por escrito al resto de formaciones políticas. Será entonces cuando el partido de Patxi López decida si abre negociaciones.

Esquema del PNV

Diez minutos antes de la hora prevista, la representación de EH Bildu, formada por Laura Mintegi, Hasier Arraiz y Pello Urizar, hizo acto de presencia en Sabin Etxea, siendo recibida por Pilar García Salazar, secretaria del EBB y componente de la comisión del PNV junto a Koldo Mediavilla, Joseba Egibar y el candidato a lehendakari Iñigo Urkullu.

Tras posar ante los medios gráficos, ambas partes se reunieron por espacio de unos ochenta minutos, tratando un esquema de la propuesta para negociar con el resto de partidos que ha redactado el PNV y que se dará a conocer hoy, tras cerrar con PP y UPyD la ronda de contactos.

Dicho esquema está dividido en dos partes. Una primera en el que se abordan los «principales retos» y «ámbitos de concertación de políticas» entre partidos vascos, que recoge tres grandes acuerdos sobre economía, paz y convivencia y autogobierno. Y una segunda parte sin desarrollar todavía sobre «constitución del Parlamento Vasco y debate de investidura del lehendakari».

La propuesta socioeconómica jeltzale se basa en la búsqueda del «equilibrio y la estabilidad presupuestaria de las instituciones». El PNV propone abordar también una «nueva política fiscal» y la «lucha contra el fraude en los territorios históricos». Este apartado se cierra con el epígrafe «reactivación económica, empleo y políticas sociales».

El PNV proponte también al resto de partidos un «acuerdo de paz y convivencia». Dicho apartado recoge unos principios generales y compromisos básicos, la Ponencia de Paz y Convivencia, la creación del Instituto de la Memoria y los Derechos Humanos y la redacción de un Plan vasco para la Paz y los Derechos Humanos», que sustituya al «Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia» que puso en marcha el Gobierno del PSE.

El tercer apartado es el de «Bases para un acuerdo de autogobierno», fundamentado en la creación de una ponencia parlamentaria que redactaría un nuevo estatus jurídico-político.

El avance en estos campos daría lugar a la búsqueda de fórmulas de colaboración, que pueden ir desde el Gobierno de coalición al acuerdo de legislatura u otro tipo de consensos parciales o interinstitucionales.

Voluntad y diferencias

Una vez finalizada la reunión entre PNV y EH Bildu, Laura Mintegi, en nombre de la coalición y con gesto de satisfacción, señaló que el encuentro se había realizado «en un tono cordial y amable», y que había sido bastante productivo.

«Hemos escuchando las propuestas del PNV, y tenemos que señalar que por nuestra parte existe voluntad para profundizar en ese programa, por lo que tenemos pensado seguir con estas reuniones, ya que, repetimos, vemos voluntad de acuerdo por ambas partes».

Esa buena sintonía, como reveló la propia candidata de EH Bildu, no se extiende a todas las propuestas de acuerdo. «Tenemos grandes coincidencias con el PNV en varios puntos, especialmente en lo que a consecuencias del conflicto se refiere, aunque podamos discrepar en algunos matices», matizó. Pero al mismo tiempo remarcó que «las diferencias en el apartado socioeconómico son mas amplias y costará más llegar a acuerdos, aunque, repetimos, vamos a poner todo de nuestra parte para acordar, porque creemos en esa cultura del diálogo y el pacto».

Mintegi señaló, por último, que aún no han decidido si presentarán candidatura a lehendakari en el pleno de investidura, aunque aclaró que «no vamos a dificultar el nombramiento de Iñigo Urkullu como lehendakari, porque la sociedad le ha apoyado mayoritariamente».

Más tensión con el PSE

Solo media hora después de marcharse EH Bildu aparecía la delegación del PSE, encabezada por el lehendakari en funciones, Patxi López, junto a José Antonio Pastor, Txarli Prieto e Iñaki Arriola. Gestos serios y sonrisas forzadas, como si los cuatro tuvieran que pasar por un trance algo incómodo.

Tal vez esa fuera la razón de que en menos de 45 minutos, los representantes del PSE ya estuvieran fuera de Sabin Etxea. Pastor fue el encargado de analizar el encuentro con los jelkides, y lo hizo en términos bastante menos cordiales que los utilizados por Mintegi minutos antes: «No nos parecen mal algunas de las medidas que propone el PNV, como la reactivación económica, pero queremos conocer las propuestas concretas para poder tomar decisiones».

En ese sentido, y al contrario que Mintegi, Pastor no aseguró una próxima reunión, que dependerá «de si existe voluntad para llegar a acuerdos mínimos más allá de esta primera toma de contacto».

Respecto al propio contenido del documento presentado por el PNV, el portavoz del PSE aseguró que «algunas medidas podrían ser interesantes, si son remitidas con más concreción, aunque tenemos claro que hay algunas líneas rojas que no se pueden traspasar: los servicios públicos y sociales».

En lo referido al autogobierno, José Antonio Pastor manifestó que su partido «no niega el debate» en torno a la estructura del país, aunque matizó que «nosotros en ese terreno defenderemos nuestra propia posición».