No se molestó en aparecer en el debate. No estaba obligado, ya que no es diputado, pese a ostentar un Ministerio, aunque la discusión le afectaba directamente. El titular español de Cultura y Educación, José Ignacio Wert, eludió ayer presenciar los argumentos acerca de la Proposición no de Ley que abogaba por su reprobación por instar a la «españolización» de los alumnos catalanes. La mayoría absoluta del PP (apoyado por UPN y Foro por Asturias) le permitió también evitar la censura del Congreso. PSOE, CiU, IU, PNV, Amaiur, ERC, BNG y Geroa Bai se sumaron a la crítica a la gestión del ministro, que no tiene impacto efectivo, ya que la Cámara Baja no tiene competencias para relevar a un miembro del Ejecutivo. Este fue el argumento esgrimido por UPyD para no sumarse al rechazo generalizado por un ministro que está concentrando buena parte de las quejas tanto en el Congreso como por parte de asociaciones de padres, alumnos y sindicatos. Él, por su parte, ironizó asegurando no ser «dios», al justificar su ausencia durante el debate.

«Reprobamos sus actitudes hostiles hacia la comunidad educativa y hacia los creadores, y su desprecio hacia todos los que no piensan como él; reprobamos sus declaraciones pretendidamente ocurrentes y en realidad gravemente provocadoras, su gusto por la polémica estéril, su altanería y su incapacidad manifiesta para el diálogo y el acuerdo», resumió Valenciano, que amplió sus críticas desde la proclama españolista que motivó la iniciativa hasta las constantes salidas de tono del ministro y su defensa de la segregación en las aulas, que han motivado el enfado de todo el sector educativo.

«Afán centralizador»

El afán centralizador, su defensa de la separación por sexos o los recortes impuestos en Educación centraron buena parte de las intervenciones, todas ellas en tono muy duro. Arantza Tapia, por parte del PNV, se preguntó acerca de «qué es españolizar a los alumnos, sino ideolo- gizar y adoctrinar», remarcando que «la dirección ideológica es la que desde el Ministerio se pretende imponer».

Desde CiU, se cuestionó la falta de «respeto» de Wert al eliminar partidas económicas para autonomías mientras que IU consideró que el ministro «debería de dimitir antes de que lo cesen», por aunar a la comunidad educativa en su contra.

Joan Tardá, de ERC, que recogió también el aval de Amaiur y Geroa Bai, felicitó irónicamente al titular de Educación por sus «favores» al independentismo, que crece con cada declaración.