El pasado viernes se presentó en Iruñea el libro de poemas «Esto no rima», una antología de poesía indignada, en un lugar nada habitual para ese tipo de actos: un comedor social, el París 365. La antología, surgida en el contexto del 15 M, recoge poemas de numerosos poetas de diferentes generaciones y lugares del Estado español, para quienes la poesía es también un instrumento de denuncia, de rebelión, de lucha. Y en este caso, en contra lo que se suele afirmar, la poesía «sí da de comer», no a sus autores, sino a quienes han que acudir a comer, dormir o a recibir cualquier otro servicio de París 365, centro al que han cedido los derechos del libro. Poesía que demuestra que la solidaridad es algo más que una palabra en un texto, mucho más que un adorno retórico. La poesía como expresión al servicio de la humanidad y como ariete pedagógico contra la inhumanidad y la exclusión, contra el latrocinio y el abuso de los poderosos, contra la injusticia... contra el capitalismo. Una pequeña pero útil aportación a una labor social imprescindible en una sociedad que empobrece a los ciudadanos para rescatar a los bancos pero no es capaz de rescatar a las familias desahuciadas y de atender las cada vez mayores necesidades de cada vez más gente. Y una gran aportación en tanto en cuanto señala el camino de la denuncia y la lucha contra un sistema que no rima con humanidad y con justicia.