Hace un año, las fuertes lluvias caídas en toda Euskal Herria provocaban unas terribles crecidas que dejaron fuertes daños económicos y humanos. Estas inundaciones afectaron especialmente a la zona del Urumea, que sufrió incontables daños en varios lugares. En Donostia, los barrios de Txomin-Enea y Martutene se vieron gravemente afectados por las riadas, obligando a evacuar a unas cien personas de sus domicilios.

Para conocer de primera mano los daños y escuchar la opinión de los afectados, el Gobierno municipal organizó entonces varios encuentros en ambos barrios, en los que, en un ambiente tenso y crispado, escuchó de primera mano las quejas por el estado de algunas riberas del Urumea y del obsoleto plan de emergencias. Un año después de todo aquello, y con los ánimos más calmados, el Gobierno municipal hacía balance ayer y anunciaba que profundizará en varias medidas y reformas para que evitar nuevas inundaciones.

Una de las medidas más importantes es la elaboración de un nuevo plan de emergencias, que sigue dos grandes criterios: establecer el estado de emergencia antes de llegar la inundación y contar con el vecindario en el proceso de elaboración del documento.

En este nuevo plan, es la mesa técnica de seguimiento quien tiene el mando de las operaciones. Además, se establecerán puestos de mando avanzados en Martutene y Txomin-Enea.

La concejal de Protección Civil, Nekane Burutaran, señaló ayer que el Consistorio «ha hecho especial hincapié en que la información llegue a los vecinos. Se ha trabajado en varios sistemas para los casos de emergencia, como sirenas, megafonía o sms. Además, todas las comunidades de vecinos han recibido un tríptico que indica cómo actuar en caso de inundación». La falta de información fue una queja destacada hace un año.

Estos trípticos, que han sido repartidos en los portales de los barrios afectados, son diferentes en función de la distancia a la que se encuentren las viviendas del río: 50, 100, 150 y 200 metros, ya que, como explicó Burutaran, «las circunstancias no son las mismas en las diferentes localizaciones».

El nuevo plan marca además criterios para la evacuación, confinamiento, alejamiento de vehículos y acogida.

Cambios urbanísticos

El Gobierno municipal tiene además otras líneas de trabajo, como la de cambios urbanísticos para evitar inundaciones.

Para ello, el Ayuntamiento y URA han formalizado un convenio para sustituir el puente de Egia por uno nuevo, que podría ejecutarse en 2014 y que costará unos 150.000 euros, que abonarán a partes iguales.

También se prevé la urbanización de Txomin-Enea, que podría comenzar en 2013, con la intención de reforzar la defensa ante las inundaciones.

El Gobierno local ha comenzado igualmente a diseñar el nuevo barrio de Martutene, lo que requiere, entre otras cuestiones, la sustitución del puente por uno nuevo. Las obras, que podrían comenzar antes de 2014, aumentarían el cauce del Urumea y elevarían la cota del barrio.

Con todo ello sobre la mesa, el Ayuntamiento dirigido por Bildu ha decidido mantener, un año después, otra ronda de contactos con los vecinos de ambos barrios para conocer la situación actual e informar sobre futuras actuaciones. Serán hoy, a las 19.30 en Txomin-Enea y mañana en Martutene, a partir de las 19.00.