La mediación de Burkina Faso intenta alejar al grupo Ansar Dine de Al Qaeda
Burkina Faso, con su presidente Blaise Compaore a la cabeza, ha iniciado las negociaciones con el grupo islamista Ansar Dine para intentar alejarlo de los jihadistas ligados a Al Qaeda, con quienes mantiene una alianza que controla el territorio tuareg de Azawad.
GARA | UAGADUGU
El presidente de Burkina Faso, Blaise Compaore, recibirá hoy a la delegación del grupo islamistas Ansar Dine, presente en Uagagadugu, con el objetivo de intentar alejarlo de sus aliados jihadistas de Aqmi (Al Qaeda en el Magreb Islámico) con los que ocupa el territorio tuareg de Azawad, al norte de Mali.
La delegación de Ansar Dine, dirigida por su líder, Iyad Ag Ghaly, se ha reunido previamente con el ministro burkinés de Asuntos Exteriores, Djibrill Bassolé.
Compaore, convertido en mediador de la crisis maliense por los países que componen la Comunidad Económica de Estados de África del Oeste (Cedao), intenta convencer a Ansar Dine para que rompa sus lazos con Aqmi y con el también jihadista Movimiento para la Unidad y la Jihad de Áfrcia del Oeste (Mujao), que actúa en el Sahel.
Estos grupos controlan Azawad tras la revuelta tuareg que inició el movimiento independentista MNLA y que expulsó al Ejército de Mali de este territorio. Desde entonces, han impuesto la ley islámica (sharia) en su versión más brutal, con lapidaciones y amputaciones a quienes no respetan sus prohibiciones, así como la destrucción de mausoleos históricos.
En los primeros encuentros Ansar Dine dijo ser «un grupo independiente, autónomo y que no ha cometido ninguna agresión». La prensa africana recoge en general con escepticismo el inicio de las negociaciones, cuestionando la credibilidad de Ansar Dine y su voluntad de respetar cualquier acuerdo.
Cuando, tras los primeros días de la revuelta, el MNLA intentó alejar a los islamistas de Al Qaeda, no solo no lo consiguió sino que se vio apartado del control del territorio. Una delegación del MNLA se reunió también de forma más discreta con los miembros de Ansar Dine.
Preparan la intervención
Un acuerdo en Burkina Faso podría evitar la intervención militar africana que se está preparando. A la vez que se desarrollan las negociaciones, la Cedao, la ONU y la Unión Africana finalizaron ayer el plan estratégico de intervención que hoy estudiarán en Bamako los jefes de Estado. Pero, debido a su falta de medios, los estados africanos necesitarían un apoyo de fuerzas occidentales, como Estados Unidos o el Estado francés.
Fuentes tuareg vinculan a los grupos jihadistas que operan en Azawad y Mali con los servicios secretos argelinos. Así, destacan que Argelia impide por ejemplo, el acceso en algunos pueblos a agua o servicios sanitarios, hasta que los facilita a través de los grupos islamistas que ganan así popularidad.
Precisamente, otra delegación de Ansar Dine se encontraba ayer negociando paralelamente en Argel.
Sanda Ould Bouamama, portavoz de Ansar Dine, afirmó al diario digital TSA, que «nuestra relación con Al Qaeda es la relación de un musulmán con otro musulmán. ¿En interés de quién vamos a combatir a Al Qaeda? ¿En interés de Obama?».
El movimiento independentista tuareg MNLA ha denunciado que el Ejército de Mali está atacando a la población tuareg exhibiendo su fuerza tras la luz verde a la intervención militar de la Cedao por parte del Consejo de Seguridad de la ONU. Mussa Ag Assarid, miembro del Consejo transitorio del Estado de de Azawad (CTEA), informó de que el pasado 25 de octubre, un destacamento del Ejército, llegado de Diabalai, masacró a 52 civiles tuareg después de torturarlos, en un campamento instalado cerca de Djoura, en la región de Mopti. El MNLA envió una misión de antiguos gendarmes para llevar a cabo una investigación. «Estos hechos prueban, una vez más, la falta de disciplina del Ejército maliense y el peligro que representa para las poblaciones de Azawad», criticó. Asimismo, denunció «el asesinato de al menos nueve civiles tuareg por la tristemente célebre unidad del Ejército maliense asentada en Diabali, al norte de Segú, en Mali.
El grupo independentista lamentó «la pasividad de la comunidad internacional, con Francia a la cabeza», y aseguró que si persiste el silencio, «provocará un verdadero genocidios». GARA
«Si los jefes de Estado africanos dan su visto bueno, habrá tropas no africanas en el terreno para ayudar a Mali a reconquistar su territorio», indicó uno de los participantes en la reunión de la Cedao para preparar la intervención.