Cinco bombas artesanales explotaron ayer en dos barrios residenciales de Manama, matando a dos ciudadanos asiáticos e hiriendo de gravedad a un tercero, según informó la policía bahreiní, citada por la agencia oficial Bna. La Policía precisó que un asiático murió por la explosión de un artefacto que había tocado con el pie en Gudaibiya, un barrio de la capital de Bahrein, mientras que la segunda víctima, herida en una explosión cerca de una sala de cine, falleció en el hospital.

Una tercera explosión en el barrio de Adlija hirió gravemente a un basurero asiático.

La Policía no dio más detalles de las otras explosiones ni de los autores de estas acciones, pero pidió a la población que no toque ningún objeto sospechoso y que informe a las autoridades en caso de encontrarlo.

Bahrein cuenta con una importante comunidad del sudeste asiático, empleada sobre todo en los sectores de la construcción y los servicios.

El principal grupo de oposición chií, Al-Wefaq, condenó las explosiones «si han sucedido en realidad, quienquiera que sea quien se halle tras ellos» y reafirmó su rechazo de la violencia.

Amnistía Internacional pidió una investigación independiente, imparcial y en profundidad de los ataques, que también fueron condenados por el responsable británico de Exteriores para el norte de África del Norte y Oriente Medio, Alistair Burt.

El pasado mes de octubre dos policías murieron por la explosión de una bomba artesanal durante una manifestación en Aker, una localidad de mayoría chií cercana a la capital.

Desde febrero de 2011 Bahrein vive un movimiento de protesta de la población chií -mayoritaria en el país- que reclama una monarquía constitucional con un primer ministro elegido por la mayoría parlamentaria de este reino del Golfo dirigido por una dinastía suní.