No debe ser nada fácil ponerse las botas y saltar al césped de Zubieta en la primera sesión de la semana después de una nueva derrota, esta vez frente al Espanyol. Tampoco se tiene que sentir cómodo en esta situación un jugador como Carlos Martínez, a pesar de que haya disputado todos los minutos de los dos últimos encuentros después de haber seguido a sus compañeros desde el banquillo o la grada en este arranque liguero.

El lateral de Lodosa volvío a vestirse de corto frente al Valladolid, y el pasado domingo contra el Espanyol pudo volver a jugar ante la afición blanquiazul. Sin embargo, esta buena noticia, que confirma que está totalmente recuperado de su lesión, no hace más que chocar con la tristeza o dureza que supone la mala racha del equipo realista.

De hecho, el navarro señalaba ayer que «cuando pierdes, realmente lo ves todo negativo y las sensaciones son malas. Personalmente, contento por volver al equipo, por volver a jugar en Anoeta, que hacía tiempo que no disputaba un partido allí».

El defensa admitió que tras caer frente al Espanyol el equipo «obviamente estaba jodido, estábamos tristes, porque se nos escapó otro partido en Anoeta en el que seguramente debíamos de haber puntuado».

También recordó que «son cinco partidos sin ganar. Entras en una dinámica peligrosa aunque sea la décima jornada». Por todo ello, Carlos Martínez ve imprescindible «hacer el efecto muelle y tirar para arriba». Y la visita a La Rosaleda para enfrentarse al Málaga puede ser la ideal para romper esa mala racha.

El hecho de que los resultados no lleguen puede afectar sobre todo a la cabeza. «Estás jugando bien, estás haciendo méritos para no perder al menos, y pierdes. Eso al final afecta a la cabeza, pero hay que olvidarlo. Sabemos que hay un buen equipo, estamos muy unidos y tenemos que cortar esta racha», reconoció el lateral derecho.

Iñigo, enfadado consigo mismo

Por su parte, Iñigo Martínez hizo hincapié en uno de los tópicos de este deporte -«el fútbol es así, es injusto»- para definir el estado de la plantilla. Recordó el buen encuentro frente al Atlético de Madrid, que posteriormente se perdió gracias a una falta magistral de Falcao.

Sin embargo, el central de Ondarroa se lamentó de una ocasión suya fallada frente al Espanyol. «La tuve clarísima. Me fui bastante enfadado conmigo mismo, porque esas hay que aprovecharlas y no meter esas me da mucha rabia. Pero así es el fútbol. Si no la metes tú, la meten los demás y al final te vas con una derrota a casa», indicó.

También recalcó que el equipo está con Montanier: «Siempre se ha visto que lo da todo por nosotros, y nosotros debemos de responderle cada fin de semana sumando y dándole alegrías también al míster».