Raimundo Fitero
Desperdicios
Veo un reportaje sobre las mejores salchichas y morcillas realizadas en una charcutería de Chicago, al viejo estilo italiano, y se comprende que el colesterol cotice en bolsa. Los ingredientes para esas morcillas esplendorosas forman parte de un compendio del aprovechamiento de todo cuanto pasa por una casa rural, pero elevado a manjar dada la constancia en la fórmula ancestral. Ni un desperdicio, todo se come, todo alimenta, todo da sabor. Una lección de comida de supervivencia, aunque ahora forme parte de lo prohibido, de lo exótico, de lo buscado como trasgresión a las normas que marca la troika formada por bolsillo, salud y belleza.
Hablando de morcillas, en el programa «De Luxe» de Tele 5, aparece Nacho Vidal, y narra con una ligereza su paso por la comisaría implicado en el caso «Emperador», en el que se le relacionaba con el envío de dinero a China, lo que quiere decir que se le acusaba de muchos delitos, entre ellos en el lavado de dinero. Con mucha sabiduría mediática, es decir, templando bien sus contestaciones, se hace un lavado de cara magnífica, y cuenta anécdotas sucedidas en la comisaría, tanto con dos agentes que quisieron fotografiarse con él, como con otro agente, que le pidió ayuda para acabar con su eyaculación precoz. Es más aseguró que el juez instructor y el fiscal le saludaron dándole la mano al acabar su interrogatorio, y todo porque les aseguró que el dinero que mandaba a China era para comprar «pollas», que son las reproducciones en látex de su miembro viril para comercializarse como consoladores.
Lo más curioso de esta entrevista fue la entrega absoluta de los allí presentes a los encantos del actor porno. Ni una pregunta comprometida, todo a favor del invitado, incluso dejando la relación de la hermana del actor con el número tres de la supuesta organización china quedó suelta, como una anécdota. Y de colofón la frase de Jorge Javier Vázquez, «hemos acabado todos enamorados de Nacho». Se aprovecha toda la casquería, la morcilla gloriosa, la publicidad de su próximo programa de televisión por Internet, un especie de GH porno. Una entrega con un imputado en un asunto delictivo convertido en una celebración.