Integrantes de NIZE, organización que agrupa a 57 directores de centros públicos que imparten el modelo D en Nafarroa, entregaron ayer en el Departamento de Educación del Gobierno la programación general para este curso, en la que hacen constar la repercusión que los recortes han tenido en el funcionamiento de los colegios.

«Con este medida, pretendemos que el Departamento tenga constancia directa del impacto pormenorizado que los recortes han producido en cada uno de los centros, a la vez que exigimos su derogación inmediata», destaca NIZE, que subraya también que la implicación del profesorado está logrando que la escuela pública navarra mantenga su nivel de calidad.

Los directores recuerdan que la subida de los ratios ha provocado, en algunos casos, la pérdida de aulas y, en otros, la masificación, siendo especialmente relevante lo segundo en Educación Infantil.

Junto a ello, el aumento de sesiones de docencia directa (de las 23 del curso pasado a las 25 del presente) ha tenido como consecuencia que disminuyan las horas que se dedican a otras tareas como la coordinación del profesorado, las guardias o la preparación de materiales, con el consiguiente sobreesfuerzo del profesorado para mantener la mínima calidad imprescindible de estas actividades.

«En el caso de las guardias, hay periodos lectivos en los que no se dispone de ninguna persona para realizar sustituciones», constatan.

También se han reducido las horas que el profesorado puede dedicar a desarrollar temas transversales a los currículos, como tecnologías de la información y comunicación, actividades de convivencia, integración de lenguas o biblioteca.

NIZE también deja en evidencia que el incremento de las horas de docencia directa ha traído como consecuencia la pérdida de puestos de trabajo de profesores.

Junto a ello, denuncian que el aumento de sesiones lectivas tiene especial relevancia en el profesorado especialista -como los que imparten inglés, música o educación física-, ya que atienden a un elevado número de alumnos. Ponen como ejemplo que en música puede haber una media de entre 250 y 300 alumnos en un centro de dos líneas y consideran que las 25 sesiones son «francamente excesivas».

«Esta situación general viene produciendo en el profesorado un estado de estrés, ya que la sensación es de agobio, sin que en ocasiones se pueda abordar el trabajo diario con la necesaria tranquilidad y reflexión», denuncian los integrantes de NIZE, que remarcan que «gracias a la implicación del profesorado intentamos abordar de la mejor forma estas circunstancias, pero reivindicamos su solución, ya que conforme vaya pasando el curso el desgaste puede ser notable».

Asimismo, mencionan que los recortes para gastos de funcionamiento y de preparación de diferentes programas educativos -lectores de inglés, bertsolarismo, encuentros con escritores o talleres de coeducación, entre otros- han provocado la supresión total o parcial de estas actividades, ya que «hay que optar por subir la aportación de las familias en estos tiempos de crisis o por limitar el número de actividades a realizar».