Crónica | Congreso en el Kursaal
Las constructoras del TAV patrocinan la despedida del consejero Arriola
El consejero de transportes de Lakua, Iñaki Arriola, disfruta de su particular acto de despedida con un congreso que se celebra en el Kursaal bajo el título «El Tren de Alta Velocidad en Gipuzkoa. Oportunidades y desarrollo económico».
Imanol INTZIARTE
No hay más que leer la lista de patrocinadores de este evento, casi una treintena de empresas relacionadas con la construcción. «Estamos en una atmósfera relajada, entre colegas» comentó durante la presentación Josu Benaito, director de Infraestructura del Transporte.
La clave la dio Arriola durante su intervención de apertura: «Hace tres años solo había un tramo en ejecución, hoy todos están en marcha». Traducido a román paladino, muchos millones de euros en adjudicaciones. En correspondencia, qué menos que financiar un escaparate para que el Gobierno en funciones pueda exhibir sus logros.
A cambio, hubo llamamientos al Ejecutivo de Madrid para que no recorte en las inversiones de los tramos de Araba y Bizkaia, y para que no demore la conexión hacia Burgos. Y de paso se deja una patata caliente al PNV, que en pocas semanas se hará cargo del dossier.
Unas doscientas personas se dieron cita en el Palacio de Congresos donostiarra -a 100 euros de matrícula por cada asiento- para este particular canto del cisne de los representantes del PSE. Se aplaudió el esfuerzo del Gobierno autonómico, del Gobierno de Madrid y de «muchos empresarios» Y hubo un recuerdo especial para Inaxio Uria, muerto por disparos de ETA. En cuanto a los trabajadores fallecidos en las obras, ni una palabra, nada de nada por parte del Partido Socialista de Euskadi.
«El Tren de Alta Velocidad ha tenido grandes enemigos, grandes detractores. Pero es una apuesta que hemos vencido, hemos logrado sacarla adelante. Ya nadie tiene duda de que se hará», sentenció orgulloso Arriola.
Mientras, a las puertas del Kursaal, una treintena de opositores coreaban sus eslóganes tras una pancarta en la que leía «Informazioa ala propaganda? AHT Gelditu!». El signo de interrogación era retórico; la respuesta, al menos en su opinión, resulta evidente.
Dos de ellos lograron incluso burlar la numerosa vigilancia policial para subirse a la marquesina del edificio y colgar una segunda pancarta en la que ponía «Zuen ustelkeria, gure krisialdia». Duró poco, lo que tradaron los agentes en percatarse y retirarla.
Uno de los activistas repartía entre los paseantes un folio en el que se definía el evento como «un acto de propaganda que busca claramente presionar, con el fin de que se mantengan los enormes gastos públicos en el TAV ante el momento crítico que atraviesa la financiación de esta infraestructura».
«Cuando la crisis económica no hace más que recrudecerse y todo el mundo critica los excesos del ladrillo y la construcción desmesurada de infraestructuras de dudosa utilidad social, el Gobierno Vasco en funciones ha organizado unas jornadas para jactarse de los millones de dinero público que se están derrochando en el TAV», criticó EH Bildu en un comunicado.
Inversiones en el aire
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) contempla una reducción en la inversión de los tramos alavés y vizcaino, competencia del Gobierno de Madrid. Tampoco está clara la conexión de Gasteiz hacia Burgos.
Preguntado al respecto minutos antes de subirse al estrado, Arriola reclamó a Madrid que «hable claro» y que «ponga encima de la mesa» si realmente va a recortar las partidas, ya que ello podría suponer que no se finalice en 2016, tal y como estaba previsto.
Lakua está a la espera de que la ministra de Fomento, Ana Pastor, responda a su petición para reunirse. Sin embargo, en los corrillos se barajaba la posibilidad de que sea Ana Pastor la que esté esperando a que se produzca el relevo en Gasteiz, para tratar este tema con el PNV.
De una u otra manera, el proyecto presupuestario contempla recortes. El PP, con su mayoría absoluta en las Cortes españolas, puede aprobarlo sin necesidad de negociar.
Harina de otro costal sería que Lakua adelantase el dinero, tal y como hace el Gobierno navarro, pero es un extremo que correspondería definir al partido de Iñigo Urkullu. Incógnitas que no van a despejar en el Kursaal.
Creación de empleo
Entre tanto panegírico a las bondades del TAV, destacó la afirmación de Arriola de que «genera 7.000 empleos al año, de forma directa, indirecta o inducida». La pasada semana, su viceconsejero, Ernesto Gasco, habló de 5.000 puestos de trabajo solo en Gipuzkoa. Y los detractores recordaron que Arriola hablaba hace unos meses de 800 empleos en el herrialde.
La cifra aportada por Arriola procede de un estudio sufragado por Lakua y cuyo capítulo sobre «impacto económico» está firmado por Javier Fernández Macho, catedrático del Instituto de Economía Aplicada de la EHU-UPV.
En cuanto a la inversión, apuntó que asciende a 5.900 millones de euros, de los cuales «casi la mitad (2.718 millones) se destinan al incremento de la renta familiar, es decir, a los sueldos de los trabajadores de forma directa o indirecta o bien a los sueldos generados por el consumo (hostelería, comercio) de las familias empleadas en el TAV».
«El TAV es la gasolina imprescindible para el motor de la economía del País Vasco», sentenció. Cabe preguntarse qué sucederá cuando se finiquiten las obras. ¿Habrá que pensar en otra gran infraestructura con otra gran inversión pública para sostener esos puestos de trabajo? Más cuestiones que quedan en el aire.
Para los activistas concentrados a las puertas del Kursaal, las obras «son sinónimo de empleo precario y sobre-explotación», con «jornadas laborales de catorce horas e incluso más, en condiciones de inseguridad laboral que se saldan con una insoportable siniestralidad».
El evento finalizará este mediodía con la presencia del lehendakari, Patxi López, en el acto final. Hasta ese momento continuará la catarata de excelencias en torno a este proyecto para el comercio, la industria, el turismo, el medio ambiente y la cohesión territorial.