La portavoz de la Diputación de Gipuzkoa, Larraitz Ugarte, manifestó ayer que el informe publicado la pasada semana por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas (TVCP) ratifica que los anteriores responsables del organismo foral, gobernado entonces por PNV y Hamaikabat, «no gestionaron las cuentas públicas con suficiente rigor».

El TVCP, en su informe sobre 2010, detectó importantes desfases presupuestarios en dos segmentos de la autovía del Urumea -la variante de Andoain y el tramo entre Donostia y Hernani-, que sumados a los incrementos habidos en ejercicios anteriores suponen sendas desviaciones del 68,72% y del 59,94%. Ambas obras, realizadas directamente por la Diputación, fueron adjudicadas por algo menos de 53 millones de euros, pero costaron después más de 87 millones.

Respecto a las obras realizadas por Bidegi, el informe se refiere al segundo cinturón, entre Astigarraga y Errenteria. El contrato se adjudicó por 165 millones de euros y sufrió incrementos acumulados del 30%, 49,5 millones más de lo previsto. En conjunto, esta carretera ha sufrido un sobrecoste de 92 millones de euros.

«En Europa la media de desviación en este tipo de obras está ente un 5 y un 10%. En el caso de las obras realizadas por la Diputación, ese desvío es del 30%, y en cel aso de Bidegi se sitúa en un 48%», explicó Ugarte, quien asumió que «siempre hay desfases, diferencias respecto a los precios de adjudicación, pero no desviaciones de semejante tamaño».

El informe del TVCP también hace referencia a Etorlur, sociedad foral para la gestión del suelo, y señala que contabiliza existencias por 32,9 millones pero que no hay documentación que sostenga ese valor.

Solo en carreteras, 84 millones

«No se ha cuidado el empleo del dinero público. Según se ve en los datos del Tribunal de Cuentas, solo en carreteras hay un desfase de 84 millones de euros, y eso nos ha traído a la situación actual: con un endeudamiento terrible, y sin remanentes. Estamos en una crisis económica grave y sin poder usar lo que se recaudó en épocas mejores», criticó la portavoz.

En su informe de 2010 el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas ha vuelto a detectar las mismas deficiencias que en 2009. Para Larraitz Ugarte, esto «es el reflejo de una mala gestión. Creemos que se puede hacer sin que la desviación sea tan grande».

Por ello, consideró que «la situación que vive hoy en día la Diputación no es solo consecuencia de la crisis económica, sino también del modo de gestión que hemos comentado. También es consecuencia de todos esos millones que han desaparecido en las obras».