EUSKALTEL
Tarik Chaoufi dice que llega a «un equipo especial con mucha historia y tradición»
GARA | DONOSTIA
El corredor marroquí Tarik Chaoufi, una de las incorporaciones del conjunto naranja para la próxima temporada, afirmaba en una entrevista difundida por el servicio de prensa del equipo que su nueva escuadra «es un equipo especial con mucha historia y tradición, un conjunto muy combativo, y mis mayores recuerdos del equipo son en el Tour, donde suele brillar».
Chaoufi, campeón de Marruecos de ciclismo en ruta, se describe como «un ciclista que se maneja bien en la montaña. Y, además, soy un corredor que tiene una buena punta de velocidad. No soy un sprinter para meterme en llegadas masivas de 200 ciclistas, pero sí me gusta meterme al sprint cuando la carrera ha sido dura, la gente llega cansada y el grupo es pequeño».
Según destacan desde el Euskaltel, Tarik Chaoufi es el primer ciclista con nacionalidad marroquí que llega a la categoría profesional, un hecho del que se congratula el propio corredor. «Sinceramente, tenía esa ambición, aunque más bien diría que era un sueño. Es algo con lo que soñaba, pero nunca llegué a pensar que eso iba a ocurrirme», declara sobre su llegada a un equipo WorldTour.
De África a Europa
Chaoufi ha terminado primero en el ranking UCI Africa Tour, tras imponerse en media docena de pruebas en el continente africano -el más valioso fue el Tropicale Amissa Bongo, donde superó a los franceses del Europcar Thomas Voeckler y Anthony Charteau-. Por lo que la gran incógnita reside en cómo responderá el ciclista marroquí en las carreras europeas.
«Hice el Tour de Eslovaquia, donde fui cuarto y quinto en dos etapas; y el Neussen Cyclassic, una carrera 1.1 en Alemania donde acabé 20º. De todos modos, mi primera carrera en Europa fue en 2009: el Tour de Serbia. Las diferencias son muy grandes, así que no podría destacar solo una. La propia organización de la carrera, lógicamente el nivel de los equipos y la velocidad de la prueba, pero también la estrategia y la táctica de los diferentes equipos, el espíritu con el que compite el pelotón... Todo es diferente», reconoce el corredor de 26 años, que vive y entrena en la ciudad de Meknes, situada a 1.400 metros de altitud en la zona del Atlas, y que empezó a correr cuando contaba con 14 años.