Rafael Barrilero, socio de la consultora Mercer, presentó ayer en Bilbo el «Análisis de la retribución en el entorno económico actual» y señaló que los sueldos en la CAV subirán este año un 2,17% de media, pero no rebasarán el 2% en 2013. A partir de 2013 auguró que los salarios crecerán por debajo de la inflación de forma «irremediable» porque «es lo que se puede». Lo cual conllevará un empobrecimiento de la sociedad.

«En 2013 se espera que los salarios vascos suban un poco menos, un 1,9%. Por categorías, se incrementarán en un 2% en casi todos los puestos, ya que en los casos de personal auxiliar operario no sobrepasarán el 1,3%», dijo Barrilero. Estos incrementos salariales se encuentran a la cola de los países de la Unión Europea, como confirma el estudio y muestra que la brecha salarial con referencia a los países avanzados de la UE crece.

Este consultor aseguró que los datos de la encuesta que realizó Mercer entre 300 compañías y 400 directivos, mandos intermedios y profesionales técnicos indican que «las compañías están pagando por encima de las recomendaciones de las organizaciones sindicales», en referencia al acuerdo que CCOO y UGT alcanzaron con CEOE días antes de que Mariano Rajoy aprobase la nueva reforma laboral.

Barrilero reconoció, sin embargo, que «son unos incrementos alejados de lo que es el incremento de la inflación, que era un indicador tradicional, pero que hoy por hoy nos debemos fijar en lo que podemos pagar y lo que se pueden permitir las compañías. Evidentemente hay muchas compañías que están congelando y bajando salarios, es así, pero también hay algunas que obtienen resultados positivos que les permiten hacer esos incrementos salariales. A veces, más ligado a los resultados de la compañías. Es como se están realizando los incrementos».

Pérdida de poder adquisitivo

En el paréntesis de la jornada de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD), Barrilero aseguró a los medios de comunicación que «durante los últimos tres años y medio hemos perdido poder adquisitivo, pero lo ganamos en exceso en los años anteriores». Indicó que en los años 2008 y 2009 «tuvimos un diferencial respecto de la inflación de más tres puntos, porque no tuvimos agilidad para acompasarnos al descenso de la actividad económica e hicimos incrementos a las inflaciones anteriores que fueron muy bajas en 2008 y 2009». Señala que «la poca pérdida que hemos tenido en estos tres últimos años de crisis, del 1% y 1,2%, la teníamos ganada en 2008 y 2009». Admite que la inflación en el Estado español es mayor y «es un handicap, pero tenemos que jugar con él, porque si no las compañías tendrán que soportar unos costes que les harán vender menos productos».

Para él, el nuevo sistema retributivo tendrá que ir de la mano de los resultados de las empresas. Admitió que en los ejercicios donde los resultados empresariales fueron astronómicos -los últimos catorce años antes del inicio de la crisis en 2008- «hubo incrementos favorables y es lo que se trata de conseguir ahora, es decir, el alineamiento con los resultados».

Admitió que los sindicatos estatales y los empresarios habían acordado la moderación salarial, aunque Barrilero tuvo que reconocer que en la época de bonanza económica los resultados empresariales crecieron muy por encima de los incrementos salariales pactados en las empresas.