La explosión de un coche bomba en el norte de Bagdad provocó al menos 25 muertos y 30 heridos en un atentado contra una base militar donde se llevaba a cabo una operación destinada a atraer nuevos reclutas a las filas del ejército iraquí, objetivo predilecto de los grupos insurgentes.

La explosión se produjo a la entrada de la base de Taji, una ciudad de mayoría suní a unos 25 kilómetros de la capital y escenario de numerosos ataques mortales en los últimos meses. Por otra parte, un soldado murió en un ataque a un puesto militar a 60 kilómetros al sur de Mosul.