No ha sentado muy bien en la prensa de la derechona el fallo favorable al matrimonio entre personas del mismo sexo.

El titular en primera de «La Gaceta» aclaraba las cosas: «Será constitucional, pero no es matrimonio», y aseguraba que «el Tribunal cede a la presión del `lobby' gay, en contra del sentido común». Resulta extraño que los jueces no hayan consultado a «La Gaceta», depositaria del sentido común, antes de decidir. También afirmaba que el tribunal «antepone la ideología a la Ley Natural», cuyo intérprete, al parecer, también es «La Gaceta».

«La Razón» titulaba al respecto: «El Constitucional invoca la `evolución de la sociedad' para rechazar el recurso contra las bodas gays», y en un punto editorial decía que para una argumentación «tan liviana como ésta, siete años de deliberaciones se antojan excesivos. Y lo que es peor, abre la puerta a nuevos tipos y formas de matrimonio que no tardarán en reivindicar su legalización». ¿Y qué? ¿Acaso la libertad de casarse con quien se desee obliga a alguien a hacerlo? «La Razón habría preferido que se hubiera alargado aun más la deliberación pero que esta hubiera sido contraria al matrimonio homosexual, así la argumentación no habría sido «tan liviana». En páginas interiores, ese diario ofrecía datos sobre las bodas entre homosexuales y concluía que «estas relaciones son mucho menos estables y duraderas que las de personas de distinto sexo». Va usted a comparar. Al final va a resultar que rechazan el matrimonio de homosexuales por el bien de estas y estos.

«Abc», en su editorial, afirmaba que el recurso «no sólo estaba justificado por la configuración histórica y aparentemente constitucional del matrimonio como la unión legal de hombre y mujer, sino también por la defensa de un modelo social en el que se reconocen millones de ciudadanos españoles». Aunque también le veía su lado bueno, porque la sentencia «elimina una preocupación para un sector del Partido Popular» temeroso de aparecer «con una imagen demasiado conservadora».

En fin, a dónde vamos a llegar. Para muestra, un botón que ofrecía «Alerta digital»: «La Iglesia española, en manos de traidores: El obispo de Ciudad Real decide que el estandarte de la División Azul no procesione más», un estandarte que «durante 63 años, ha salido cada Semana Santa portado por la Hermandad de Nuestra Señora de las Angustias, sin una sola queja popular». Si Paco levantara la cabeza...