El Gobierno de Bahrein retiró ayer la nacionalidad a 31 activistas de credo chií, entre los que hay líderes opositores, exdiputados y religiosos, una decisión calificada por Amnistía Internacional (AI) de «aterradora y escalofriante».

En un comunicado, el Ministerio del Interior explicó que ha decidido quitar la nacionalidad bareiní a esas 31 personas por «dañar la seguridad del Estado», sin dar más detalles. La nota, en la que se citan los nombres de los opositores, señala que la decisión se puede apelar.