Consciente de que buena parte del futuro de Catalunya se juega en el ámbito de la opinión internacional, el president, Artur Mas, viajó ayer a Bruselas para ofrecer una conferencia en la sede del `think tank' Friends of Europe, donde señaló que «Catalunya es una nación que quiere continuar siendo europea y que espera que Europa no le falle». «De la misma manera que los Estados no pueden ser un freno en la construcción europea, tampoco lo pueden ser a la voluntad de aquellas naciones sin estado que expresen pacíficamente su voluntad de ser un actor propio en este proceso de construcción», destacó.

La principal novedad del discurso, sin embargo, fue la referencia a la posibilidad de convocar unas nuevas elecciones anticipadas durante la siguiente legislatura. Mas señaló que esta es un opción abierta si al final resulta imposible convocar una consulta en acuerdo con el Estado español. Las elecciones serían entonces el auténtico referéndum.

Si bien el viaje de Mas a Bruselas se anunció hace algunas semanas a bombo y platillo, finalmente el president no fue recibido por ninguna delegación oficial de ninguna institución europea. Pese a ello, la sala de conferencias se llenó de funcionarios europeos, personal de embajadas y, sobre todo, medios de comunicación internacionales acreditados en Bruselas.

En Catalunya, algunos tildaron de fracaso el viaje de Mas, por la ausencia de personalidades de alto rango, mientras que otros vieron en la visita fines electoralistas, ya que, una vez más, se presentó no como candidato de un partido a las elecciones del 25 de noviembre, sino como representante de todo un país.