Ignacio Ramonet 2012/11/8
Tramposos banqueros
LeMonde diplomatique
(...) Cada día, los mercados mueven sumas colosales. Por ejemplo, casi 7 billones de euros, sólo en deudas de los Estados de la eurozona, según el Banco Central Europeo. La decisión colectiva diaria de esos mercados puede ahora derrumbar Gobiernos, dictar políticas y someter a pueblos.
El drama, además, es que estos nuevos «amos del mundo» no sienten ninguna preocupación por el bien común. La solidaridad no es su problema. Menos aún la preservación del Estado de bienestar. La única racionalidad que los motiva es la codicia. (...)
Desde que, en 2008, estalló la crisis -en gran parte causada por ellos-, ninguna reforma seria ha conseguido reglamentar los mercados, ni meter en vereda a los banqueros. Y a pesar de todas las críticas formuladas contra la «irracionalidad del sistema», el comportamiento de muchos actores financieros sigue siendo igual de cínico.
Es evidente que los bancos representan un papel clave en el sistema económico. Y que sus actividades tradicionales -estimular el ahorro, dar crédito a las familias, financiar las empresas, impulsar el comercio- son constructivas. Pero desde la generalización, en los años 1990-2000, del modelo del «banco universal», que añadió toda clase de actividades especulativas y de inversión, los riesgos para los ahorradores se han multiplicado así como los fraudes, los engaños y los escándalos.
(...) probablemente, millones de familias pagaron sus hipotecas a unas tasas indebidas. Muchas tuvieron que renunciar a sus viviendas. Otras fueron expulsadas de ellas por no poder pagar unos créditos artificialmente manipulados... Una vez más, las autoridades encargadas de velar por el buen funcionamiento de los mercados hicieron la vista gorda.
(...) En 1932, en Estados Unidos, Ferdinand Pecora, un hijo de emigrantes italianos que llegó a ser fiscal de Nueva York, fue nombrado por el presidente Herbert Hoover para investigar la responsabilidad de los bancos en las causas de la crisis de 1929. Su informe fue abrumador. Propuso el término de «banksters» para calificar a los «banqueros gángsteres». Sobre la base de ese informe, el presidente Franklin D. Roosevelt decidió proteger a los ciudadanos de los riesgos de la especulación. Sancionó a toda la banca imponiéndole el «Glass-Steagal Act» y estableciendo (hasta 1999) una incompatibilidad entre dos tipos de actividades: los bancos de depósitos y los bancos de inversión. ¿Qué gobierno europeo de la zona euro tomará una decisión semejante?