El nuevo líder del CNS demanda cientos de millones de dólares en armamento
la oposición intenta presentar una imagen de unidad con una nueva dirección en el CNS que reclamó ayuda para armamento. A la vez, la guerra siria volvió a vivir ayer varios atentados con coches bomba que, según la oposición, mataron al menos a una veintena de soldados.
GARA | DAMASCO
La oposición del Consejo Nacional, al amparo de Qatar y la Liga Árabe, intenta reorganizarse y unificar sus filas en Doha donde ayer fue elegido el cristiano e izquierdista George Sabra presidente del Consejo Nacional Sirio (CNS). Sabra criticó la inacción de la comunidad internacional y subrayó que «el pueblo sirio tiene que autodefenderse», por lo que pidió que se suministre armas al rebelde Ejército Libre Sirio. Sabra aseguró que el ELS necesita cientos de millones de dólares.
Veintiocho miembros de los 41 que componen la recién elegida Secretaría General del CNS votaron a favor de Sabra, que sustituye en el puesto al kurdo Abdelbaset Seida.
Estados Unidos presiona al CNS para que formen un frente común con otros organismos opositores y, en ese sentido, el Consejo analizan dos iniciativas para formar un Gobierno interino, aunque una de ellas propone crear primero un nuevo órgano de la oposición, a lo que el CNS se muestra reticente al considerar que supone una pérdida de relevancia para el grupo.
Mientras tanto, los coches bomba siguen sumándose a los combates en la guerra siria. Tres coches bomba explotaron ayer en la ciudad de Deraa, en el sur del país, en un atentado en el que murieron una veintena de efectivos del régimen, según los opositores, y siete civiles, de acuerdo a las autoridades.
El activista Omar al Hariri, residente en Deraa, explicó a Efe vía internet que los vehículos estallaron cerca de varias sedes militares y que las víctimas mortales ascendían a una veintena de soldados. Al Hariri indicó que un primer coche bomba detonó en el estadio Panorama y los otros en las proximidades de la sede de la Seguridad Militar y del Club de Oficiales, unos cuarteles que el ejército usa como base para bombardear otros puntos de la ciudad.
Sin embargo, la agencia Sana informó de que los siete muertos son civiles y que las explosiones se registraron en una avenida comercial muy concurrida, en la autopista de circunvalación y cerca de una entidad financiera.
Tras los atentados, se desencadenaron duros enfrentamientos entre los rebeldes y las tropas gubernamentales, mientras las ambulancias trataban de socorrer a las víctimas.
A la vez, se intensificaron los combates entre insurgentes y fuerzas gubernamentales en las provincias de Damasco, Deir el Zoor y Al Hasaka, fronteriza con Turquía, donde en los últimos días los insurgentes han tomado el control de varias sedes de la seguridad.
El régimen de Damasco afirmó que la cumbre que celebra la oposición siria en Doha es una nueva forma de intervención extranjera en Siria, ya que las iniciativas tratadas han sido propuestas por otros países como Estados Unidos. El ministro de Información, Omran al Zubi, dijo que recurrir a partes extranjeras y celebrar reuniones bajo su auspicio es «vergonzoso y humillante».