Por motivos que nadie todavía ha acertado a cuantificar, las semifinales del Cuatro y Medio se habían convertido en una especie de última frontera para Bengoetxea VI, que no había podido alcanzar en sus recientemente cumplidos diez años de profesionalismo. Sin embargo, tras una efeméride tan redonda, este hito también ha caído para el delantero de Leitza, que la próxima semana se enfrentará a Berasaluze VIII, otro neófito en estas lides, en un partido por la final que se presenta eléctrico.

No obstante, el recuerdo de tantas oportunidades perdidas merodeó por la mente de Oinatz Bengoetxea ayer en el Labrit, sobre todo en un comienzo de partido en el que Iker Arretxe lo tuvo contra las cuerdas. A pesar de salir como víctima para la cátedra, con un juego especialmente valiente y haciendo mucho daño con el saque, el delantero de Luzaide consiguió abrir una bonita brecha de cinco tantos (3-8), con tres tantos con el pelotazo inicial y buscando el saque-remate con éxito.

Dos faltas consecutivas

Como en algún otro partido anterior, especialmente el de la pasada semana ante Xala en su casa, a Oinatz Bengoetxea se le veía excesivamente tensionado, incapaz de pasar a mandar. Los peores augurios le renacieron en dos desgraciadas jugadas, dos faltas de saque consecutivas -una por corto en el 2-7 y otra por pasa en el 2-8-, que pudieron suponer un golpe sicológico difícil de superar.

Afortunadamente para el de Leitza, el frenético ritmo de esta primera parte del partido no le concedió ni un segundo para lamentaciones. El arranque de partido resultó muy disputado, con ambos pelotaris, especialmente el de Leitza, llevando pelotas inverosímiles.

En una tónica que se repite en muchos partidos del acotado y que ya se dio en el partido que ambos disputaron en el cuatro y medio de Nafarroa este verano, tras un inicio igualado y con gran exigencia física, uno de los dos terminó pagando el esfuerzo. Como sucedió en el partido de Muskiz, el que se cayó fue Iker Arretxe. Tras un inicio de partido brillante y valiente, el delantero de Luzaide reconoció al término del partido que, tras terminar bastante justo el lunes ante Aimar Olaizola, ayer se le lastimó la zurda disputados una decena de tantos.

Oinatz Bengoetxea lo vio y, en cuanto consiguió asentarse sobre la cancha, supo sacar provecho de ello. En cuanto el tanto se alargaba un poco, el delantero de Leitza supo buscarle la zurda, buscándole insistentemente la pared izquierda y, una vez tomado el mando del tanto, lo finalizó con acierto.

Ahora el grado de exigencia subirá un escalón más ante un Pablo Berasaluze que terminó invicto su participación en la liguilla de cuartos tras imponerse el viernes por 22-13 a Julen Retegi en Beasain, en un partido en lo que lo más importante fue que nadie terminara lesionado con las goteras que aparecieron.