BERA BERA 26

DANUBIUS GALATI 23

Bera Bera sufrió para ganar el primer partido al Galati, pero la eliminatoria no está resuelta, y el partido que se disputará este mediodía en Bidebieta (12.00) promete tantas emociones como el de ayer, con la guinda de que será el definitivo. Por si acaso hiciera falta echar mano de la diferencia de goles, Bera Bera jugó ayer como local y hoy lo hará como visitante, es decir, si marca más de 23 goles el Galati estaría obligado a ganar por cuatro de diferencia para eliminarle.

Que el equipo rumano podía ser un rival peligroso empezó a verse desde el calentamiento previo, en el que se emplearon a tope mostrando buenas condiciones técnicas y físicas. Y nada más empezar el partido la sospecha se convirtió en realidad.

Las rumanas se hicieron fuertes en defensa, con la portera Bobeica parando y además ejerciendo una gran labor disuasoria con su gran envergadura (hasta siete remates de Bera Bera se perdieron fuera de la portería, además de cuatro postes, dos de ellos de penalti). Y en ataque tomaron la delantera enseguida en el marcador, impidiendo además correr a Bera Bera.

Las donostiarras parecieron nerviosas y desconcertadas en los primeros minutos. Antes de cumplirse el minuto 5 ya habían perdido tres balones y enviado tres remates a la madera (dos de ellos de penalti), mientras el Galati acertaba en sus primeros lanzamientos y obligaba a las donostiarras a jugar a remolque. Zoqbi, que había parado un balón a Zaremba con el 0-0, no volvía a parar otro remate hasta el minuto 18, y Bera Bera sufría en cada ataque organizado ante el 6:0 defensivo rumano.

Reyes Karrere pidió tiempo con 5-8, y a la vuelta Alba Menéndez -que había sustituído a Dunay- se convertía en el revulsivo que necesitaba su equipo en ataque, con tres goles en 8 minutos que permitieron a Bera Bera recuperar la compostura. Zoqbi paraba un penalti a Glibko, Castro ofrecía sus mejores minutos desde que llegó a Donostia y Bera Bera se adelantaba en el marcador por primera vez pasados los 25 minutos (10-9).

La reanudación se convirtió en una guerra de nervios, con empates a 13, 14, 15 y 16, un parcial de 4-0 que colocaba el 19-16 al cuarto de hora, y Eli Pinedo relevando en el lanzamiento de los penaltis a Rubio y Ziarsolo, que acumulaban tres intentos fallidos en la primera mitad.

Zoqbi había mejorado mucho sus prestaciones en la portería, y con el 19-16 cabía la posibilidad de encarrilar el partido, pero la goleadora ucraniana del Danubius Galati Glibko se encargó de conducir a su equipo hasta el empate a 20, devolviendo el partido a la dinámica de los empates, ahora a 21 y 22.

En esos instantes finales, la defensa 5:1 de Bera Bera pasó a convertirse en una mixta de Eli Pinedo sobre Glibko, y en cinco minutos que no tuvieron nada que ver con la película del resto del partido las rumanas parecieron perder el rumbo, eligiendo mal sus opciones de ataque -especialmente mal Patuleanu, que jugó pocos minutos y cometió muchos errores-, y Bera Bera aprovechó la ocasión de la mano de Eli Pinedo y Alba Menéndez, las dos jugadoras más entonadas durante el partido, que marcaron cuatro goles en cuatro minutos abriendo la mayor diferencia de todo el encuentro a dos minutos del final (26-22).

De repente la eliminatoria, que durante todo el partido se veía muy complicada, se ponía de cara para Bera Bera, y más cuando los árbitros excluían a Curtean -la central organizadora del Galati y mejor socia de Glibko en el equipo- a 1.20, con la posibilidad de que las donostiarras aumentaran su ventaja.

Pero Bobeica paraba el remate a bocajarro de Elorza, y Glibko marcaba el definitivo 26-23 con otro lanzamiento potentísimo en apoyo, como advirtiendo de que no dan por perdida la eliminatoria. Ahora queda por ver cómo se recuperan ambos equipos del tremendo esfuerzo de ayer, pero queda claro que el pase a la siguiente ronda sigue en el aire.