Derrota de Bilbao Basket ante Real Madrid
Ya es bastante que haya caído dando un nivel tan digno
Los hombres de negro nada pudieron ante el tremendo acierto de los de Laso, que anotaban 18 triples con cinco jugadores logrando 10 puntos o más.
REAL MADRID 98
BILBAO BASKET 84
Arnaitz GORRITI
¿Las defensas? Bien, gracias. Tal vez no fueran tan malas, pero desde luego que los ataques se impusieron con claridad, en un duelo jugado al ritmo y de la manera que le interesaba al Real Madrid. Gescrap Bizkaia Bilbao Basket le sacó chispas a siete de sus ocho puntales -Mamadou Samb no jugó y Pilepic volvió a tener un mal día-, pero no pudo ante un Real Madrid que mostró variedad de recursos y acierto.
Bastante hicieron los de Katsikaris en aguantar el tipo. El acierto madridista fue de otro planeta, sin más. En toda la primera mitad los de Katsikaris impidieron que la circulación merengue metiera el balón dentro, pero dio igual, porque bombardearon el aro bilbaino a base de triples. A pesar de que Carroll tuviera un día aciago en el tiro, Sergi Llull se asociaba en su regreso a las pistas tras una lesión muscular a los Nikola Mirotic y Rudy Fernández para castigar desde más allá de los 6,75 metros. Además, el combo guard balear engalanaría su partido con siete asistencias. De hecho, los de Laso sumarían hasta 23 pases de canasta.
Sin embargo, Bilbao Basket, tal y como presumía Fotis Katsikaris en la previa, mostró orgullo y corazón, y suplió las ausencias de Moerman y Raül López con buenos minutos de jugadores como Zisis y Roger Grimau. De hecho, tras soportar un 28-20 adverso en el primer cuarto, los hombres de negro llegaron a empatar a 33, con una aportación más que aceptable de Hervelle, Hamilton y Rakovic.
Sin bajar de la decena
El conjunto vizcaino debió enfrentarse a demasiados enemigos. Quizá con la salvedad de Marcus Slaughter, que acabaría eliminado por faltas, el resto de los jugadores dirigidos por Pablo Laso aportaron. Así, Martynas Pocius saltaba del banquillo y, como quien no quiere la cosa, clavaba tres triples seguidos y cerraba un maravilloso segundo cuarto firmando un alley oop a pase de Draper. El ritmo anotador del Real Madrid era increíblemente alto, de modo que los de Laso se iban al descanso con un cómodo 53-41 a su favor.
Y por si los 12 tantos de renta les hubieran parecido pocos, los blancos dejaron el choque casi finiquitado con un parcial de 6-0 al arranque del tercer cuarto, con los primeros minutos de Sergio Rodríguez en el parqué. Pocos hubieran dicho que el Real Madrid venía de disputar un partido de Euroliga en Ljubljana hacía menos de 48 horas, ya que la extensísima rotación merengue le posibilitaba a Pablo Laso mantener el ritmo, mientras que los «siete magníficos» de Fotis Katsikaris bastante tenían con aguantar el chaparrón.
Con todo, cabe hacer mención del orgullo de jugadores como Hervelle, Mumbrú o Hamilton, que jamás se dieron por vencidos, y lograron de forma recurrente mantener a los hombres de negro a una distancia incómoda para el Real Madrid. Sin embargo, esa desventaja nunca bajó de los diez puntos. Siempre aparecía un Llull o un Rudy Fernández para ametrallar desde más allá de los 6,75 metros -anotaron 18 de sus 30 intentos, estableciendo un nuevo récord en la ACB desde que se impusiera la nueva distancia para triple-, mientras que Begic, Mirotic o Felipe Reyes mantenían su labor de zapa bajo los aros.
Preparados para mañana
El espectáculo anotador duró hasta el final del partido, en un domingo en el que Bilbao Basket nunca hizo suyo el ritmo del encuentro aunque tampoco le perdió la cara. De hecho, se llevó el último cuarto y obligó al Real Madrid a que empleara a sus titulares hasta el final.
No fue suficiente, empero. Pero la peor noticia del duelo ante los madridistas fue la nula incidencia de Pilepic o la condena a perpetuidad al banquillo de Mamadou Samb. Teniendo en cuenta que los hombres de negro tienen dos bajas importantes y que entran en una fase de mucha acumulación de partidos, los efectivos del «fondo de armario» deberán tener su cuota de minutos, o de lo contrario los titulares no podrán seguir el ritmo de duelos como el de ayer.
La imagen de Fotis Katsikaris era la de la resignación. «Al final no hemos tenido opciones. Perdimos contra el mejor Real Madrid del año», reconocería el preparador de los hombres de negro.
Según comentó, «este partido era de los que dices «es imposible». Nosotros estábamos en el partido; hemos hecho 92 de valoración con buenos porcentajes, pero es difícil, con la plantilla tan corta que tenemos ahora. Y además, siempre que intentábamos acercarnos en el marcador, nos castigaban con un triple, con otro, y otro... Parecía que preferíamos cederles el tiro, pero no era así. Simplemente, ellos han metido unos «triplazos» que eran muy complicados de defender, ya que lanzaban confiados».
En cualquier caso, Katsikaris se mostró orgulloso por la «cara luchadora» de los suyos. «En los tiempos muertos del último cuarto decíamos que debíamos luchar, pensando que podíamos remontar aunque el Real Madrid ha controlado bien el partido. Era complicado, tanto por las faltas y el cansancio, y más ante una «máquina» como el Real Madrid que nos estaba machacando», recalcó. A. G.