Tras dos rondas de reuniones -una con cámaras y otra sin ellas- que no han ofrecido ningún acercamiento de posiciones, el PNV probablemente confirmará hoy su decisión de emprender en solitario la labor de gobierno en Lakua. Y con ello ha abierto cierta polémica, porque tanto el PSE como EH Bildu afirman que los jeltzales en ningún momento han buscado un acuerdo de gobierno.

Representantes de la coalición abertzale comparecieron ayer en Donostia, donde manifestaron que el PNV «no tiene voluntad de acuerdo y pretende evitar el debate sobre contenidos porque prefiere la política de cambio de cromos», algo en lo que EH Bildu «no va a entrar».

Cabe recordar que en el documento base presentado por la formación que lidera Iñigo Urkullu se planteaba por ejemplo la posibilidad de suscribir un pacto para no entorpecer la aprobación de los presupuestos ajenos, bien sean municipales, forales o autonómicos.

El parlamentario Juanjo Agirrezabalaga -quien compareció en Donostia junto a sus compañeras de coalición Rebeka Ubera, Marian Beitialarrangoitia y Diana Urrea- manifestó que EH Bildu ha acudido a estos encuentros con disposición de «llegar a acuerdos», a pesar de lo cual tan solo ha encontrado en el partido de Urkullu «formulaciones muy generales» y no «propuestas concretas para dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos».

«Consideramos irresponsable la postura del PNV. La situación que vivimos exige propuestas concretas y la ciudadanía se merece información sincera y clara de las políticas que cada formación apuesta por desarrollar», manifestó.

En este sentido, Agirrezabalaga enumeró diferentes asuntos «fundamentales» en los que no han detectado un «posicionamiento claro» por parte de los jeltzales, como son «los desahucios, la función de Kutxabank, garantizar los derechos de los ciudadanos a través de los servicios sociales o la fiscalidad».

Agirrezabalaga no quiso cerrar las puertas y aseguró que «siempre que el PNV esté dispuesto a comprometerse a garantizar estos derechos de los ciudadanos, Euskal Herria Bildu llegará a acuerdos, pero siempre mirando los intereses de país y nunca los de los partidos».

Recordó que en las reuniones mantenidas con los representantes jeltzales su formación «ha encontrado diferencias fundamentalmente en materia económica y social», y consideró que la «oferta a la sociedad vasca» presentada por la coalición durante la campaña resulta «difícilmente compatible con las propuestas de un partido que apuesta por continuar desarrollando las mismas políticas que nos han traído a la crisis».

Nada más celebrarse el primer encuentro, el pasado 30 de octubre, la candidata a lehendakari, Laura Mintegi, ya manifestaba que «las diferencias en el apartado socioeconómico son más amplias y costará llegar a acuerdos».

La fiscalidad como ejemplo

Agirrezabalaga añadió ayer que en el segundo de los dos encuentros mantenidos con el PNV, la coalición abertzale solicitó «concreciones» al partido de Urkullu, porque «no es posible llegar a acuerdos sin datos concretos», pero aseveró que no han recibido respuesta «a pesar de que el EBB tomará mañana -por hoy- la decisión final sobre la fórmula de Gobierno. Podemos decir que el PNV sigue en la indefinición más absoluta, continúa sin hablar claro y no plantea una oferta concreta», sentenció.

En su opinión, «la fiscalidad es el ejemplo más claro de esta indefinición», ya que el PNV «no ha impulsado cambios en la institución en la que puede hacerlo -la Diputación de Bizkaia- y se ha posicionado contra las propuestas» de EH Bildu, al tiempo que «pide apoyo para una reforma fiscal» que define como «una de sus prioridades, junto al acuerdo sobre los presupuestos».

«Es muy grave que el PNV pretenda alcanzar acuerdos en cuestiones tan importantes sin llegar a entrar en cuestión y sin datos. El PNV está priorizando la gobernabilidad sobre la posibilidad de ofrecer un proyecto a este país, y así no es posible llegar a acuerdos», concluyó.

El PSE ya adelantó el viernes que «el PNV nos ha confirmado que quiere gobernar en solitario y en minoría». Este partido apuntó que no se puede intentar un pacto presupuestario «sin discutir prioridades políticas y objetivos», y que el debate «se debe abordar discutiendo ingresos y gastos y fijando los objetivos que se persiguen».

El PP sí está dispuesto a llegar acuerdos, pero sus diez votos en el Parlamento de Gasteiz resultan insuficientes para llegar a la mayoría absoluta si se suman a los veintisiete del PNV.