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La «Generación en apuros» estructura una propuesta de cambio

Los dictados económicos de la troika, y las declaraciones de los políticos han producido el descontento de muchos portugueses. Este hecho ha traído el surgimiento de múltiples grupos reivindicativos en el conjunto del país.

Mikel GOÑI | BRAGA-PORTO

Ante la falta de respuestas de la política tradicional a la crisis económica portuguesa, muchos personas han optado por demostrar su disconformidad en la calle. La que llaman Geração à rasca (Generación en apuros) no se limita a mostrar su desacuerdo con las medidas del gobierno portugués. Estos jóvenes, y no tan jóvenes, están diseñando una alternativa a las medidas que la troika ha impuesto al gobierno de ese país tras el rescate. Esta propuesta está influyendo en los partidos políticos y las organizaciones sindicales, que están haciendo suyas reivindicaciones como la auditoría de la deuda impulsada por algunos de estos grupos.

El trío que componen el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea aprobaron el rescate financiero de Portugal en 2010. A cambio han impuesto medidas de recorte, que entre otras muchas consecuencias, han dejado en Portugal a muchos profesores en el paro. Ante esto, el primer ministro Pedro Passos Coelho invitó a los docentes a emigrar a otros países de habla portuguesa. Este tipo de declaraciones han enfadado a muchos en Portugal.

Según explica Adriano Campos, «Con esas declaraciones nos quieren hacer creer que todo esto es inevitable, que no hay nada que hacer. Que los recortes son inevitables y que el paro es inevitable». Este joven es miembro del colectivo Precarios Inflexivels (Precarios que no se doblegan) de Oporto. Llevan funcionando como movimiento popular unos cuatro o cinco años en todo el país, pero es ahora cuando dicen sentir la necesidad de formalizar el movimiento creando una asociación legalizada.

«Nuestro objetivo es poder dar representatividad a quien no la tiene, Portugal tiene unos cinco millones de trabajadores, dos ellos son trabajadores en precario. También hay un millón de desempleados». En este ámbito también está cogiendo fuerza el Movimento dos Trabalhadores Desempleados (Movimiento de Trabajadores Desempleados). El MTD nació hace doce años, pero ahora está creciendo debido al aumento del paro. El año 2007 terminó con el 7'8 % de la población activa en situación de desempleo; las ultimas cifras facilitadas por el Instituto Nacional de Estadística portugués, correspondientes al tercer trimestre de este año, colocan este dato en el 15 %, pero la mayoría de los movimientos sociales lo elevan hasta el 16 % ó 17 %.

Según Campos, «La precariedad impide a los trabajadores movilizarse, o incluso sindicarse. Con esta situación tienen miedo de perder el empleo». La idea de que el pueblo portugués no protesta está muy extendida. «Pero eso está cambiando, por ejemplo ahí esta la Generaçao a Rasca que comenzó como una convocatoria de cuatro amigos y acabó con 400.000 personas en las calles protestando contra el anterior gobierno».

Esos movimientos, y algunos otros, participaron en la convocatoria de manifestación del 15 de septiembre de este año. Están formados aunque no en exclusiva por los jóvenes de la conocida como generación en apuros. La movilización se llevo a cabo en diferentes ciudades del país bajo el lema Que se lixe a troika! (¡Que le den a la troika!). Según los convocantes, recibió el apoyo de un millón de personas.

Un giro político

Esas manifestaciones, además del marcar el punto de inicio del movimiento 15-S, también supusieron que el sindicato mayoritario de Portugal, CGTP (Confederación General de Trabajadores de Portugal), hiciera una convocatoria de huelga general para el próximo miércoles, 14 de noviembre. Según recuerda Campos en las movilizaciones, además de señalar al gobierno y la troika como los culpables de la situación, «la gente gritaba pidiendo una huelga general». El activista también cree que la movilización de septiembre supuso el comienzo de un viraje político. «Si el gobierno estaba a la ofensiva con sus planes de recortes políticos, ahora está a la defensiva. Además, un año y medio después -del rescate- todo ha fallado y se ha demostrado que la austeridad no resuelve nada».

Por otro lado, la exitosa movilización también supuso que el gobierno de Passos Coelho retirara la medida concreta que había provocado la convocatoria de septiembre. La propuesta gubernamental consistía en rebajar las aportaciones de los empresarios al sistema de seguridad social, mientras se incrementaban las de los trabajadores. La retirada de este cambio, se vio compensada en un aumento en el impuesto sobre la renta que entrará en vigor a primeros de enero del año próximo.

El miembro del Movimento Alternativa Socialista Eduardo Velosa, cree que en enero se recrudecerán las movilizaciones, «cuando el efecto de estas medidas y otras medidas de recorte sean afecten de nuevo a la población». Este movimiento tiene una larga trayectoria y ya estaba en funcionamiento al final de la dictadura que terminó en 1974 con la revolución de los claveles. Pero ahora están a la espera de la aceptación de sus estatutos para convertirse en partido. «Un partido es algo más concreto y queremos ofrecer una alternativa de poder».

Todos los grupos que conforman el movimiento del 15-S comparten su rechazo a las medidas de la troika. Mantienen que el mayor problema del presupuesto general del país es tener que hacer frente al pago de la deuda externa contraída con los organismos responsables del rescate de 2010. Proponen, también en conjunto, la necesidad de auditar la deuda para no pagar lo que esa auditoria determine como parte no legítima de la misma.

La situación económica ha producido que los movimientos de respuesta se hayan multiplicado, y hayan llevado a las calles la indignación provocada por las medidas del gobierno. La Geração à rasca, por su parte, está proponiendo una nueva manera de hacer las cosas en relación con la economía de este país.

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