El Ayuntamiento de Donostia confirmó ayer tarde que los 19 vecinos de los tres edificios de San Roke que fueron desalojados de madrugada debido a un corrimiento de tierras volvieron a sus casas a mediodía, después de que los técnicos municipales certificaran que las edificaciones «no presentan daños estructurales ni problemas graves de otro tipo».

El desprendimiento tuvo lugar hacia las 3.45 de la madrugada. Según explicaron fuentes municipales, «un muro situado en la ladera del monte se cayó debido a un desprendimiento» y «arrastró piedras, barro y arbustos ladera abajo, llegando hasta los edificios».

Unidades de la Policía Municipal, Ertzaintza y Bomberos se desplazaron al lugar de los hechos. Tras desalojar a los vecinos, la mayor parte fueron acogidos por familiares mientras el resto fue asistido por los servicios del Ayuntamiento de Donostia, según informó Efe.

Ya por la mañana, los técnicos municipales evaluaron la situación y tras adoptar algunas medidas de seguridad constataron que no existía ningún riesgo para los residentes, por lo que alrededor de las 14.00 horas volvieron a sus casas.

Operarios municipales apuntalaron una de las terrazas en las que se habían acumulado multitud de piedras, aunque los residentes tendrán que esperar hasta hoy para poder abrir el garaje dado el cúmulo de piedras y arbustos que se han apilado en el lugar y que serán retiradas hoy. En una nota enviada a los medios de comunicación, fuentes del Consistorio precisaron que no se produjeron daños personales y prevén que los daños materiales tampoco serán importantes.