Malestar por el arresto de Padraic Wilson, clave en el proceso irlandés
La detención del responsable del área de internacional de Sinn Féin, Padraic Wilson, ha provocado sorpresa y enfado en círculos republicanos. El caso de Wilson, detenido el 2 de noviembre y en libertad bajo fianza desde el día 6, ha causado un pequeño terremoto en el proceso político del norte de Irlanada.
Soledad GALIANA
Padraic Wilson, de 53 años, fue el comandante del IRA en los Bloques H de la prisión de Long Kesh a finales de los 90, y una de las figuras clave de la participación de los presos del IRA en la negociación del proceso de paz norirlandés. A través de sus declaraciones y acciones, ha garantizado la unidad de los republicanos en el avance del proceso político y de paz con el Gobierno británico. Ha sido también una de las personas clave para lograr el apoyo republicano al proceso y a la participación de Sinn Féin en las estructuras de control policial y que todo ello se llevara a cabo sin escisiones o rupturas importantes en Sinn Féin o en el IRA.
El republicano ha sido acusado de ser miembro del IRA y de pedir apoyo para la organización en una reunión pública que tuvo lugar poco después de la muerte de Robert McCartney, que fue apuñalado en el exterior de un bar de North Strand, en Belfast, durante una pelea en 2005.
Según la Policía, la acusación contra Wilson proviene de la familia de McCartney. La cuestión es si su arresto fue una iniciativa de las hermanas de McCartney o fue promovida desde el estamento policial, como sospecha Gerry Kelly de Sinn Féin, para quien esta operación policial está «políticamente motivada y enmarcada en la vieja agenda de la Policía norirlandesa de obstaculizar la reforma policial».
«Es necesario desterrar de la Policía a quienes están detrás de esta agenda antes de que puedan infringir un mayor daño al proceso de paz», exigió el ministro y expreso republicano Gerry Kelly. «Esta operación no tiene nada que ver con llevar a los responsables de la muerte de McCartney ante la Justicia. De hecho, significa lo contrario», resaltó.
El pasado día 5, cientos de republicanos se manifestaron para denunciar la detención de Wilson ante la central de la Policía norirlandesa en Knock, en el este de Belfast. «Francamente, puedo decir que muchas personas se han puesto en contacto con nosotros tras lo ocurrido. La detención sin razón de una persona como Wilson, que fue esencial para guiar a la ciudadanía hacia el proceso político y de paz, ha generado gran indignación e incomprensión», constató Kelly.
Según la Fiscalía, la acusación se sustenta en el atestado que la Policía realizó sobre las declaraciones acusatorias de las hermanas y la pareja de McCartney, que aseguran que Wilson se presentó como miembro de la estructura de comando del IRA que estaba llevando a cabo una investigación interna sobre la muerte de McCartney, de la que desde un primer momento responsabilizaron a miembros de la comunidad republicana -el IRA expulsó a tres de sus miembros y Sinn Féin suspendió a siete por su participación en la pelea-. Pese a la insistencia de la Fiscalía para que fuera enviado a prisión, el juez decretó su libertad bajo previo pago de una fianza de 1.800 libras esterlinas.
Durante la audiencia en el tribunal, el diputado republicano Mitchel McLaughlin explicó ante el juez que Wilson había sido una pieza central en el proceso de paz y que había proporcionado liderazgo a la comunidad republicana en su aceptación de la Policía norirlandesa.
Wilson fue condenado a 24 años de cárcel acusado de participar en la explosión de un coche bomba en 1991. A finales de la década, fue elegido comandante de los presos del IRA en los Bloques H y trabajó para asegurar el apoyo de los presos a la estrategia del proceso de paz.
La importancia de su liderazgo fue reconocida por el propio Gobierno británico, que le permitió cruzar la frontera y viajar a Dublín en mayo de 1998 para asistir a la Asamblea General de Sinn Féin, en la que expresó su apoyo al recién firmado Acuerdo de Viernes Santo, y que, finalmente, fue rubricado por los delegados.
La delegación del Gobierno británico en el norte de Irlanda remarcó que la decisión de permitir la asistencia de Wilson respondía a «un esfuerzo para promover el acuerdo y fomentar el proceso de paz».
De hecho, Wilson fue el primer republicano en respaldar la posibilidad de un desarme voluntario por parte del IRA. En junio de 1998, Wilson manifestó que «un decomiso voluntario de las armas sería un desarrollo natural del proceso de paz una vez que tengamos la sensación de que las estrategias diseñadas en el marco del proceso están empezando a funcionar».
Cuando fue excarcelado en diciembre de 1999 en virtud del Acuerdo de Viernes Santo, fue precisamente Gerry Kelly quien fue a felicitarle a las puertas de los Bloques H.
Las repercusiones políticas de la detención de Wilson resultan evidentes a tenor de las reacciones del resto de partidos irlandeses. Desde acusaciones del partido nacionalista minoritario SDLP de presión política o de Sinn Féin hacia el poder judicial, hasta las críticas del unionista DUP, socios de Gobierno de los republicanos.