Israel interviene en la guerra siria con «disparos de advertencia»
Por primera vez en casi cuarenta años Israel disparó ayer contra Siria. Lo hizo llevando a cabo lanzamientos de artillería «de advertencia» como respuesta a los disparos que, como consecuencia de la guerra siria, alcanzan en los últimos días el territorio sirio que ocupa Israel en los altos del Golán. Además, Tel Aviv amenaza con «una reacción dura» contra Siria si continúan estos incidentes.
GARA | JERUSALÉN
El Ejército israelí efectuó ayer disparos de advertencia en dirección a Siria tras la caída de un obús en los altos del Golán, territorio sirio que ocupa Israel, en el primer incidente de este tipo en casi cuarenta años.
El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, advirtió además de que si se producen más disparos contra territorio israelí, «provocará una reacción más dura y Siria pagará el precio», justificando la acción del Ejército israelí como «un símbolo de que Israel no tolerará bombardeos contra su territorio»
Fuentes militares añadieron que sus artilleros erraron deliberadamente el disparo sobre la posición siria.
El portavoz del Ejército, Yoav Mordechai, indicó que este «disparo de conminación» es el primer disparo contra Siria desde 1974, tras el fin de los enfrentamientos que siguieron a la guerra del Yom Kippur.
Sin embargo, en setiembre de 2007 un ataque aéreo israelí que Tel Aviv nunca reconoció oficialmente, alcanzó un «edificio militar no utilizado» cerca de Damasco y que, según Estados Unidos, era un reactor nuclear.
Por otro lado, Israel ha planteado una queja en forma de amenaza ante las fuerzas de interposición de la ONU que se encuentran en el Golán: «Los disparos provenientes de Siria hacia Israel no serán tolerados y nuestra respuesta será severa».
Los incidentes en la zona se han multiplicado en las últimas semanas. Israel ha pedido a la ONU que actúe ante la entrada de tropas sirias en la zona tapón, denunciando «una peligrosa escalada que podrá tener importantes implicaciones para la seguridad y la estabilidad de la región». El jueves pasado cayeron tres obuses de mortero «aparentemente disparados por error en los combates entre diferentes fuerzas presentes en Siria», según el Ejército israelí y el lunes un vehículo militar fue dañado por balas perdidas.
El ELS advierte
El conflicto sirio ya se había desbordado hacia Turquía, donde los insurgentes del Ejército Libre Sirio (ELS) tienen sus bases y sus mandos, y se habían producido varios incidentes. El Ejército turco también ha desplazado tanques a lo largo de la frontera.
Ayer el Ejército sirio bombardeó la zona de Ras al Din, cerca de la frontera con Turquía, donde también entabló combates contra grupos rebeldes, que intentan hace semanas controlar la zona. Los ataques y bombardeos continuaron en Deir al Zoor y en zonas de la provincia de Damasco.
Por otra parte, el ELS sugirió a los embajadores extranjeros, delegaciones diplomáticas y representantes de organizaciones internacionales en Damasco que, por su propia seguridad, abandonen el país en un plazo de 72 horas, ya que en los próximos días tiene intención de lanzar operaciones bélicas en «el corazón del régimen». El portavoz de este grupo armado, Fahd al Masri, afirmó que «los próximos días serán decisivos en la lucha contra el régimen» y anunció una nueva estrategia de «desobediencia civil en todas las instituciones para lograr la caída del régimen».
Tras intensas negociaciones y presiones de EEUU y las monarquías del Golfo, la oposición siria reunida en Doha anunció ayer la creación de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS) en un intento de superar la falta de representatividad del Consejo Nacional Sirio (CNS), en un principio reconocido como interlocutor legítimo por Occidente, pero sin apenas contactos con la rebelión en el interior de Siria. El primer ministro y el ministro de Exteriores de Qatar, país que financia generosamente a la oposición, tuvieron que presionar al CNS para convencerle de que el acuerdo es una garantía para recibir apoyo internacional. El organismo funcionará como una especie de asamblea de entre 55 y 60 miembros con un presidente, dos vicepresidentes y un secretario general. El CNS tendrá 14 representantes, aunque pretende contar con 20. Los que sí parecen tener un asiento garantizado son figuras como Al Bayanuni, de los Hermanos Musulmanes; el dirigente de izquierdas Haytham al Maleh; los islamistas Munzer al Jatib y Abdulkarim Bakkar el destacado activista Suhair al Atassi.
El presidente del CNORS fue elegido también ayer. Será el religioso musulmán Moaz al Jatib. Al Jatib fue imán en la mezquita de los Omeyas de Damasco y fue encarcelado en varias ocasiones por criticar al régimen de Bashar al Assad. Finalmente huyó del país este mismo año ante la escalada de represión. El objetivo del CNORS es formar en las próximas semanas un gobierno de transición, similar al CNT libio, y que tendría el reconocimiento de la Liga Árabe. GARA
Al menos tres personas murieron y varias resultaron heridas en Sidón, en el sur de Líbano, en choques entre seguidores del jeque suní Ahmad Asir y simpatizantes de Hizbulah.