El Málaga, rival para este sábado
Un gigante con los pies de barro
Aclamado en todo Europa por su gran papel en la Champions, el cuadro dirigido por Manuel Pellegrini comienza a sufrir el desgaste en la competición liguera. Tras perder de manera consecutiva sus dos últimos partidos en casa, querrá resarcirse en su visita a El Sadar.
Natxo MATXIN
Para darle continuidad a la línea positiva que se inició en Cornellà-El Prat, Osasuna deberá doblegar este próximo sábado al equipo de moda en Europa. El Málaga, imbatido en la máxima competición continental y dando una lección de juego a clubes con mejor palmarés, está sorprendiendo en el viejo continente, pero comienza a notar ese desgaste en el torneo doméstico, habiendo encajado dos derrotas consecutivas en casa.
La entidad malacitana, que tratará de sacarse esa espina en El Sadar, tampoco vive momentos de placentera estabilidad, pese a sus éxitos deportivos. Una semana sí y otra también los problemas financieros asoman en el entorno de la entidad presidida por Abdullah Al Thani. La chequera del jeque catarí pareció debilitarse este pasado verano cuando pasó de ser un club comprador a vendedor.
Así, debió desprenderse del que había sido su fichaje franquicia, Santi Cazorla, que se marchó al Arsenal, además de la salida de su goleador Salomón Rondón y del defensa Mathijsen. Al Thani se vio obligado a realizar todas estas operaciones para hacer frente al pago de las nóminas de los jugadores y a las reclamaciones de otros clubes, entre ellos Osasuna, por el impago de compromisos en algunas adquisiciones. En el caso rojillo, el no cumplimiento de cantidades pactadas por el traspaso de Monreal.
Lo cierto es que, pese a esas importantes salidas, el cuadro dirigido por Manuel Pellegrini ha sabido manejarse con soltura a la hora de competir. Hasta este último bache liguero, se encontraba en la cabeza de la tabla y, como se ha comentado, su recorrido europeo ha sido intachable hasta el momento.
Ese éxito ha estado fundamentado en la explosión de Isco, uno de los hombres de moda no solo en la Liga española sino también a nivel continental, y en la llegada de refuerzos ofensivos del calibre de Javier Saviola o Roque Santa Cruz. Todo ello condimentado con la experiencia de hombres como Eliseu, Joaquín, Camacho o Demichelis.
El argentino, futbolista de total confianza de Pellegrini, que ya lo entrenó en River Plate, se ha convertido en el jefe de la zaga malagueña, tras llegar la campaña pasada en calidad de cedido desde el Bayern, donde mantuvo discrepancias con algunos de sus directivos. Su actual equipo ejerció la opción de compra -3 millones- este pasado verano. Sancionado frente a la Real, estará con seguridad en el once de este sábado, sobre todo después de que su sustituto, Onyewu, tuviese varios fallos ante los txuri urdines.
Demichelis está bien secundado en el eje por el brasileño Weligton, mientras que en los laterales los teóricos titulares son Jesús Gámez por la derecha y Natxo Monreal por el lateral zurdo. Sin embargo, los problemas físicos de ambos -el de Eskirotz será baja por una lumbalgia- han posibilitado que sus puestos sean ocupados por Sergio Sánchez y Eliseu. La polivalencia de este último ya le ha permitido jugar en lo que va de presente temporada en diferentes posiciones del campo e incluso mostrarse como uno de los anotadores más certeros y espectaculares del equipo.
Camacho se consolida
En el centro del campo, el hombre que está sosteniendo al equipo es Diego Camacho. El excolchonero se ha destapado coincidiendo con la falta de continuidad de Toulalan, ya recuperado, pero que ha estado seis semanas en el dique seco por una lesión en los isquiotibiales. Iturra o Duda han sido las alternativas para acompañarle.
En los costados, Portillo, en la diestra, e Isco, partiendo por la izquierda, pero con libertad de movimientos para canalizar el juego de ataque, han sido los más utilizados por Pellegrini, dado que el chileno este año ha concedido la misión de jugar por detrás del delantero a Joaquín, futbolista que acostumbraba hasta ahora a desenvolverse en banda.
Sebas Fernández ocupó en las primeras jornadas la punta de ataque, hasta la llegada de Saviola, que le usurpó el puesto. Santa Cruz suele ser su recambio o el delantero para las urgencias de última hora.
El Málaga solo ha perdido un partido fuera de casa en lo que va de competición liguera. Fue en el Vicente Calderón, mientras que ha ganado en Vigo y Zaragoza, además de empatar en San Mamés y Cornellà-El Prat.
Ocho partidos, catorce puntos. Sería la cifra mágica a conseguir en lo que resta de primera vuelta para que el equipo estuviese en números de permanencia y remontase el mal comienzo liguero que le está lastrando hasta ahora.
Lo que ocurre es que la tarea para nada es fácil, si bien Osasuna dispone de la ventaja de que, de esos ocho envites, cinco serán en El Sadar, donde la escuadra navarra gana enteros. El problema es que algunos de esos encuentros que se disputarán en el feudo iruindarra serán ante rivales de mucha enjundia. Es el caso del Valencia, que rendirá visita a Iruñea el segundo fin de semana de diciembre, o el Real Madrid, con el que se finalizará la primera vuelta y que jugará en el campo rojillo a mediados de enero.
Aparte de ches y merengues, Osasuna estrenará ese calendario local este sábado frente al Málaga, seguirá el viernes 30 cuando reciba al Rayo Vallecano y continuará en vísperas navideñas contra el Granada, ambos rivales directos por la salvación.
En lo que se refiere a los desplazamientos que deberá realizar la escuadra navarra, el más inmediato será a Donostia el próximo día 23, viernes, mientras que a mediados de diciembre deberá viajar al Coliseum Alfonso Pérez, uno de los campos que casi siempre se le han dado mal.
La última de las tres visitas de aquí a que concluya la primera vuelta será también complicada, pues Osasuna tendrá que medirse al Sevilla en el Sánchez Pizjuán coincidiendo con el primer fin de semana de 2013. N.M.