EL PNV confirmó ayer todos los pronósticos y aseguró, por fin de manera oficial, que gobernará en solitario esta próxima legislatura, al menos en su inicio. El Gobierno de Lakua que liderará Iñigo Urkullu tratará de llegar a «grandes acuerdos con todos los partidos» para sacar adelante sus iniciativas en el Parlamento de Gasteiz.

El encargado de certificar lo que ya era vox populi -en ellos coincidían totalmente el resto de partidos- fue Koldo Mediavilla, responsable del área institucional del Euskadi Buru Batzar (EBB), quien, en nombre de la dirección jeltzale, esgrimió dos argumentos para justificar la decisión de formar gobierno en solitario.

El primero y principal hacía referencia a la grave situación económica. Para Mediavilla, esta «situación de emergencia» imposibilita «profundizar en el diálogo con los partidos con los que sumaríamos mayoría absoluta, esto es, con EH Bildu y con el PSE».

Esta opción, sin embargo, paradójicamente obliga al PNV a buscar acuerdos para sacar adelante las diferentes iniciativas que presenten en el Parlamento: la más urgente, el proyecto de presupuestos para 2013.

Posturas «extremistas»

La segunda traba para conformar un gobierno de coalición con cualquiera de los dos partidos con los que sumaría mayoría absoluta estriba, siempre según Mediavilla, en la falta de «una base de coincidencia suficiente, tanto con EH Bildu como con el PSE, para conformar un gobierno sólido y fuerte».

Respecto a la coalición soberanista de izquierdas aseguró que les separan «las propuestas en lo social, en lo económico y en lo institucional». En este punto, el PNV acusa a EH Bildu de buscar un «cambio extremo» y un modelo de país «que no tiene nada que ver con el modelo desarrollado los últimos 30 años en Euskadi y que no tiene parangón en toda Europa»

De la misma manera, desde el EBB también se descarta cualquier gobierno de coalición con el PSE, ya que estiman que ambos partidos tienen «grandes diferencias en las formas de gobernar», aunque cuando en el turno de preguntas fue cuestionado sobre donde estriban esas desavenencias, Mediavilla evitó profundizar.

Otra de las razones a las que apeló por el PNV para no pactar con el partido liderado por Patxi López es su convulsa situación interna, que, a juicio de los jeltzales, «hace que tengan puesta la vista en clave interna y no en clave de país».

Tras esta exposición, reiteró que el PNV comenzará la legislatura gobernando en solitario, aunque recalcando que «buscaremos acuerdos con todos los grandes partidos con representación institucional, ya que hemos visto coincidencias con varios de ellos en materias importantes como la reactivación económica o la normalización política».

Esa «voluntad de acuerdo y diálogo» que ayer repitió Mediavilla fue uno de los lemas más repetidos por Iñigo Urkullu durante toda la campaña electoral. No obstante, no ha tenido plasmación alguna en estas dos rondas de contactos con los partidos políticos con representación parlamentaria -la primera de ellas con medios gráficos y la segunda sin ellos-. EH Bildu, PSE y PP han obtenido una misma conclusión: que el PNV tenía muy claro que emprendería estos cuatro años gobernando en solitario.

Mediavilla, no obstante, se mostró optimista respecto a estas reunidas mantenidas durante las últimas dos semanas, asegurando que aunque no hayan servido para conformar un gobierno conjunto sí han sido válidas «para fijar la agenda política de los próximos meses y la disposición y postura política de los diferentes partidos».

Crítica velada a Mintegi

Tras las críticas coincidentes de los otros tres principales grupos del Parlamento sobre la actitud del PNV, desde el EBB aprovecharon la comparecencia de ayer para, ya en el turno de preguntas, salir al paso de estas afirmaciones. A pesar de que en un principio Koldo Mediavilla optó por «no valorar las declaraciones de los demás partidos», inmediatamente añadió que «hemos visto cómo algunas posturas han ido variando con el paso del tiempo. La complicidad existente en un principio ha ido desapareciendo, y se han dado pasos en contra del diálogo por parte de alguna representante», en clara alusión a EH Bildu, y más concretamente a Laura Mintegi en su condición de portavoz de la coalición.

«Nosotros presentamos un documento, el mismo documento, a todos los partidos con los que nos reunimos. En él se detallaban las prioridades básicas de este gobierno y las líneas maestras de su proyecto en tres ámbitos: crisis económica, normalización y profundización del autogobierno. Y la respuesta a esa postura ha sido afirmar, tanto en el ámbito público como en el privado, que en esas condiciones es imposible un gobierno de coalición. Por lo tanto, nuestra voluntad para dialogar y llegar a acuerdos está fuera de toda duda», se defendió.

Más optimista se mostró respecto a la constitución de la Mesa del Parlamento, respecto a la que el PNV entiende que «sí que existe una amplia sintonía entre los partidos políticos, aunque no está nada cerrado».

Koldo Mediavilla se limitó a exponer que «el miércoles o el jueves de la semana que viene» podrían empezar a conocerse los primeros nombres, como el de la presidenta del Parlamento, un cargo para el que el PNV tiene planteada hace tiempo la opción de Bakartxo Telleria, que tuvo una presencia muy constante en la campaña.