Concluye el 24 Villa de Bilbo con premios vizcainos en su mayoría
Tanto en la sección Pop-Rock como en la de Metal o en Nuevas Tendencias, Bizkaia se ha llevado casi todo. Primer premio Pop-Rock para The Great Barrier, de Getxo. Primer premio en Metal conseguido por Quaoar, de Bilbo. Y primer premio en Nuevas Tendencias para Platibond Extreme, de Bilbo. Podrían haberse dado otras opciones, pero tampoco resulta inadecuado el resultado final por mucho que pueda ofrecer una imagen muy «casera».
Pablo CABEZA | BIBO
Tras dos meses de actuaciones en directo en Bilborock, el fin de semana pasado se celebraron las finales de la 24 edición del Villa de Bilbao. Salvo en el apartado de Nuevas Tendencias (jueves y con el Athletic en San Mamés y en la tele), las finales de Pop-Rock y Metal dejaron gente en la calle, donde hubo también un buen ambiente de parloteo y tragos. Al fin y al cabo, al tener abiertas las puertas centrales se podía ver y escuchar. Una fiesta.
El viernes tocaba una de chupas y remaches, aunque la metáfora ya no funciona, entre otras cosas porque el metal se ha dispersado en decenas de subgéneros y tribus.
La propuesta final se dirimía entre una banda de rock progresivo, Quaoar, de Bilbo; otra más próxima al metal alternativo con dosis de emotividad, atmósferas y jarkore extremo, Neila, de Santurtzi, y Trifulca, de Málaga, con su r'n'r duro próximo a los Platero más rockeros. No cabía esperar que una banda de rock and roll quedara en la cima a pesar de aportar las mejores canciones de la noche (otra cuestión es el efecto o la estima de ese tipo de música o incluso de lo que se entienda por dificultad de creación o inventiva), así que Trifulca se llevaron 1.000 euros de vuelta a casa y dos actuaciones en Bilbo, Tampoco está mal.
Se sabía que la zona alta se dirimía entre Quaoar y Neila, con más cupones para los primeros. Y sucedió lo previsto, Quaoar ganaron los 5.000 euros, además de un premio del Villa para que actúen de nuevo en la sala. También consiguieron el premio a la Mejor Banda de rock de Bilbo, por lo que estarán en Aste Nagusia. Y, además, Las Tour International les premia con llevarles al próximo Azkena Rock, 2013. Total, que quienes este año cumplen su décimo aniversario, contando viejos tiempos, se llevan la pasta y tres actuaciones para 2013.
Neila también llevan sus años de brega, tantos como una docena, tiempo suficiente como para evolucionar en su propuesta, cambio de sonoridad que se produce, principalmente, al incorporar teclas a su sonido áspero, lóbrego y atmosférico. Neila son como una Anaconda, van enroscando, trituran y para dentro de su panza, donde los gases y líquidos crean ilusiones sensoriales. Fueron nuestros preferidos por cautivarnos más que el resto. Pero lo cierto es que la disputa estaba muy equilibrada.
Trifulca se merecieron estar en la final. Con todo, se intuía que no tenían opciones aún presentando las canciones más inspiradas de la noche. Esto es relativo, obvio, ¿cómo se valora que una canción es mejor que otra si los estilos no tienen nada que ver? Cuestión de premisas. Encontramos más fácil, dentro de la dificultad general, componer canciones que no necesitan una melodía vocal marcada ni estribillos, que una que sí aporta estas características. Canciones de «corta y pega» (ordenador) son más factibles que pelear con la inspiración en su grado máximo o natural. En cualquier caso, las cosas tampoco son tan simples. Las variables son más, pero no viene al caso entrar en este farragoso asunto. Trifulca dieron una lección de efectividad e inspiración. Y hasta ahí su recorrido.
El sábado fue el turno para el pop-rock. Competían en la final The Great Barrier, de Getxo, Priscilla Band, de Bilbo, y Milton, desde Alacant. Si cabe, también se preveía el posible pódium, pero quedaba, en teoría, un duelo ambiguo entre el segundo y tercer puesto.
Premiados Pop-Rock
Ganaron The Great Barrier, de Getxo y Uribe Costa. Una pandilla de amigos que tras pasar por otras formaciones han concluido en este proyecto que mezcla el pop, el folk y la ambientación indie. Se mueven en una corriente musical que continúa pujante, el neofolk, por lo que su sonoridad se emparenta con el presente, lo que le da cierta prestancia. Son buenos músicos, componen con gusto y resultan sugerentes. Ganaron con merecimiento. Aitxiber, su vocalista, posee una buena voz y entona, además de repartir sonrisas rompiendo su previa austeridad expresiva. Sin embargo, resulta un poco estridente cuando se va por tesituras altas, donde pierde singularidad y el encanto del pop-folk, que siempre ha sido mas cauto en su expresividad vocal. Se podría corregir, pero es una cuestión personal.
Con la sala petada, como el día anterior, y gente fuera, en escena estaban Priscilla, los perdedores de la noche. Posiblemente haya sido el grupo más completo de todo el Villa. Una propuesta compleja en estructura que los bilbainos han conseguido perfilar y cuadrar con el intenso trabajo de varios años fructuosos. Proponen funk y groove, y lo ejecutan con garbo y clase. Cualquier sala o cualquier plaza de pueblo en fiestas disfrutaría con ellos. Pero un concurso busca algo más que la evidencia, que lo perfecto, aunque no es imposible que bajo estas circunstancias también se pueda cautivar a un jurado que busca por encima de lo previsible. Quedaron terceros. Un puñal se hundió en su corazón al escuchar el veredicto, esperaban más, pero no perdieron la sonrisa. Se llevaron 1.000 euros y algún premio más.
El segundo puesto fue para Milton, que podría haber sido tercero sin mayores problemas. Tres chicas al frente en busca del recuerdo de Hole y Courtney Love veinte años después de estos acontecimientos. Pero se desenvuelven muy bien en ese terreno de rock sucio y rugoso, por lo que, una vez llegadas a la final, no es injusto ese segundo lugar y sus 3.500 euros. 5.000 se llevó el ganador.
En cuanto la Mejor Guitarrista del concurso, el getxoztarra Daniel Hoyos lo sería en todos los apartados, aunque había premio para pop y metal. El Mejor Batería fue para David Gorospe, del grupo de Zarautz Buffalo. Recogió el premio (el hijo estaba de bolo), un entusiasmado padre rockero con chupa.
Una año más, todos los grupos han coincidido en la excelente organización y trato (ya un clásico del Villa). Sonido bien y regular. Luces bien y mal. Mal por el empecinamiento en usar, básicamente, contraluces.