«Son dos jugadores fundamentales para nosotros», reconoció ayer en sala de prensa, tras el entrenamiento matutino, Andoni Iraola, quien enfatizó la profundidad y la pausa con el balón que ofrecen De Marcos y Herrera, respectivamente, al equipo. El técnico Marcelo Bielsa deberá suplir su ausencia en el Bernabéu, complicado enigma, pero para cuya resolución ya puede contar con el recuperado Iñigo Pérez, que se lesionó el 16 de setiembre y recayó en su vuelta el 20 de octubre en Mestalla. El navarro se entrenó ayer con total normalidad junto al resto del grupo y deberá trabajar a tope estos días para estar físicamente disponible si el de Rosario decide echar mano de él para tapar el hueco de Herrera.

Dar cabida a Iñigo Pérez junto a Iturraspe y un tercer hombre que bien podría ser San José, o quién sabe si apostar por la alternativa de Toquero, aunque una de las más viables sería la de reconducir a Muniain al lugar dejado por De Marcos y situar en banda a Ibai Gómez o Isma López. Las combinaciones son varias pero será Bielsa quien decida la mejor opción teniendo en cuenta también el miura que tendrán enfrente.

Un Real Madrid que Iraola tiene muy claro «es un equipo que te castiga al mínimo error que tengas» y de `errores' este Athletic sabe un rato, ¿Se imaginan la `pifia' de Aurtenetxe del domingo en San Mamés al minuto de juego en el Bernabéu? Los Cristiano Ronaldo, Di María, Benzema, Higuaín son de los que no las perdonan.

Pero al lateral de Usursil también le preocupa «el número más alto de lo normal» de expulsiones que los rojiblancos sufren en sus visitas al Madrid, como también que siempre hay un penalti de por medio en contra de los leones. La temporada pasada, De Marcos fue expulsado y Ronaldo anotó dos penas máximas; en la anterior, otros dos goles blancos de penalti, de Ramos y Ronaldo; en la precedente, Amorebieta vio la roja y Ronaldo marcó desde los once metros; en la 2008-09 fue expulsado también el de Cantaura... «Se nos han ido partidos allí por acciones de este tipo», admitía ayer Andoni Iraola, aunque igualmente reconocía que los merengues «son jugadores que te llevan a situaciones límite».