Jabi Amorrortu, responsable sindical de LAB, y Aitor Garriga, responsable de ELA, denunciaron ayer ante la sede de Cementos Lemona el «estado de incomunicación» al que está sometiendo el grupo Portland Valderrivas a los trabajadores de la planta vizcaina, después de haber negociado con CCOO y UGT el expediente de regulación para el grupo cementero.

Amorrortu explicó a GARA que sufren «un ninguneo sin igual». Lo atribuyen a que desde el centro de Lemoa no se dio el visto bueno a los planes de destrucción de empleo. «Ha terminado el periodo de consultas del expediente de regulación y no sabemos nada, si llegarán los nuevos inversores o si se producirán los despidos que acordaron en Madrid CCOO y UGT vulnerando los principios de negociación al haber ejercido esa negociación al margen del comité de esta planta».

LAB y ELA dejaron claro que los trabajadores de Cementos Lemona han acordado en la acampada, que llevan 47 días realizando frente a la cementera, que «si la dirección de la empresa entrega un solo despido, los trabajadores entraremos en una huelga indefinida. No aceptamos que sobre nadie y, menos, que se negocie en Madrid pasando por alto nuestra condición de interlocutores válidos y representantes de los trabajadores de esta planta». Tampoco entienden que la dirección les hubiera convocado para el pasado lunes 5 de noviembre, pero «desconvocó el encuentro, sin que nos diera ninguna información de lo que está ocurriendo. Si están o no negociando con la cementera irlandesa o si han cerrado ya el trato».

Para ELA y LAB la dirección de la compañía Portland Valderrivas es «impresentable» y lamentan «ese ocultismo». Según explicaron, desde que a finales de octubre tuvieron conocimiento de que representantes de la multinacional irlandesa acudieron a visitar la planta de Lemoa y las instalaciones del Puerto en Bilbo, «nadie nos ha trasladado nada más, mientras que los plazos del expediente han expirado».

Los trabajadores quieren conoce si CRH Plc (Cement-Roadstone Holdings) ha comprado la planta de Cementos Lemona, como en un principio «se escuchó por parte de los empleados», porque «en ese caso, creo que nuestro futuro lo tendríamos que negociar con ellos. Porque aquí no sobramos nadie».