El diputado foral de Promoción Económica, Imanol Pradales, confirmó a preguntas de Bildu en la Comisión de Economía y Hacienda de las Juntas Generales de Bizkaia que el grupo Formica no quiere mantener la planta de Galdakao de ninguna de las maneras. Admitió que se le ofrecieron diferentes ofertas de ayudas para garantizar la planta y el empleo, pero «se negaron por activa y por pasiva».

Gotzon Almaraz, representante del LAB en el comité, aseguró a GARA que los trabajadores tienen puestas las esperanzas en la demanda que han presentado en los juzgados, porque entienden que «no hay causas económicas, ni organizativas ni productivas» que avalen el cierre de la planta de Galdakao.

Sin embargo, el representante del comité indicó que este proceso para poner fin a 66 años de historia de Formica en Bizkaia «viene desde el cambio en el control de la empresa, que pasó a manos del grupo Fletcher Building. «Desde el 2007 o 2008 descabezaron nuestra planta y desviaron clientes a Inglaterra, donde está la sede europea del grupo neozelandés». Los empleados tampoco admiten que haya una caída de ventas, porque «hacen trampa, no cuentan las exportaciones que hacemos al resto de Europa». Almaraz afirmó que «la plantilla confía en una posición favorable de los jueces en contra de Formica y en apoyo a todas estas familias que nos podemos quedar en la calle».

Apoyo a Hego Uribe

Por otro lado, Bildu reclamó en la comisión de Juntas Generales una mayor atención desde la Diputación de Bizkaia a la comarca de Hego Uribe donde varias empresas más han mostrado su intención de despedir. Es el caso de Bridgestone, Cementos Lemona y Sidenor». La formación soberanista entiende que el aumento de EREs y la destrucción de empleo son consecuencia de la reforma laboral «impuesta por Madrid».